La magistrada que lleva el caso del joven grancanario fallecido, la madrugada del pasado martes 4 de marzo, en los carnavales tinerfeños, ha decidido este jueves que los dos detenidos por su posible relación en el fallecimiento pasen a disposición del juzgado de guardia de Santa Cruz de Tenerife. Además, tras tomarles declaración, concluyó que uno de ellos sea investigado por un delito de homicidio doloso, ingrese en prisión provisional y le impone una fianza para eludir la cárcel de 6.000 euros.
Mientras tanto, la segunda persona detenida se le investiga por un delito de lesiones y ha quedado en libertad provisional. Las actuaciones pasarán ahora al Juzgado de Instrucción n°1 de Santa Cruz de Tenerife.
Los hechos
Los hechos se produjeron en torno a las 05.00 horas cuando se produjo una reyerta en las inmediaciones de la Avenida Marítima de la capital y la víctima, un joven de 30 años y residente en Gran Canaria, sufrió un traumatismo craneoencefálico grave y falleció en una ambulancia camino del Hospital de La Candelaria por una parada cardiorrespiratoria.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, habló este martes con el padre de la víctima para mostrarle el pésame de la corporación y poner al consistorio «a disposición» de lo que pudiera necesitar.
En declaraciones a ‘Radio Club Tenerife’ ha comentado que la pérdida de un hijo es «irreparable» e «inconsolable» y ha relatado que los hechos, que están bajo investigación judicial, se produjeron cuando dos grupos de chicos que se ensalzaron en una reyerta y un golpe produjo un traumatismo craneoencefálico en la persona fallecida, que murió en la ambulancia camino del hospital fruto de una parada cardiorrespiratoria.
«No se sabe si los dos detenidos son del mismo bando o son de bandos diferentes porque parece ser que también el agresor tuvo que ser ingresado también por alguna herida», ha indicado.
El alcalde ha negado que haya menos efectivos de seguridad en los carnavales y ha subrayado que lo que ha sucedido, por orden del Ministerio del Interior, es que en la zona de la feria «se sustituyó un cuerpo por otro diferente», es decir, la Guardia Civil dejó su puesto a la Policía Nacional, pero sin reducción de agentes.