Han transcurrido 11 días desde la desaparición de Arek, un menor de edad que fue arrastrado por una gran ola en la costa norte de Tenerife, en el Charco del Viento. A pesar del intenso dispositivo de búsqueda llevado a cabo durante los primeros cinco días, que incluyó operaciones por mar, tierra y aire, las autoridades han decidido desactivar la búsqueda oficial, ya que el hallazgo del cuerpo del menor depende ahora del mar, si es que decide devolverlo a la orilla.
La madre de Arek, Kasia, agradeció el esfuerzo de los equipos de emergencia, rescate y las autoridades locales, autonómicas y nacionales, que se volcaron en la búsqueda. Sin embargo, la familia ahora enfrenta un dolor aún mayor, la incertidumbre de no poder despedirse de su hijo de forma adecuada.
Dado que el hallazgo del cuerpo depende de las condiciones del mar, la plataforma ‘Canarias, 1.500 km de costa’, dedicada a la prevención de accidentes acuáticos, ha decidido preparar una iniciativa privada para continuar la búsqueda del menor. Con el objetivo de ofrecer a la familia un cierre y permitirles despedirse de Arek, la plataforma buscará, con recursos propios, llevar a cabo una operación más específica para hallar el cuerpo del niño, ya que las autoridades han señalado que, tras la desactivación de la búsqueda oficial, este solo podría ser encontrado si el mar lo devuelve.
La plataforma ha reafirmado su firme compromiso con la familia, quienes, aunque agradecen profundamente los esfuerzos de las autoridades, confían en que esta nueva acción privada les permitirá encontrar el cuerpo de Arek y así poder despedirse de su hijo, dando paso al doloroso pero necesario proceso de duelo. Además, se ha destacado la urgencia de aumentar la conciencia pública sobre los peligros que presentan las costas, especialmente en días con fenómenos costeros, como el que se activó el día de la tragedia, cuando estaba previsto que las olas llegasen a alcanzar hasta 4 metros de altura.
Yassine y Alejandro, los dos pescadores desaparecidos en Gran Canaria
Este suceso recuerda a otro trágico caso que cumple ya un año, cuando los jóvenes pescadores Yassine y Alejandro desaparecieron en la costa de Las Palmas de Gran Canaria el 8 de marzo de 2024. A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades durante varios días, nunca se logró recuperar sus cuerpos. Su caso sigue presente en la memoria de la comunidad y de las familias afectadas, quienes, al igual que la madre de Arek, se ven obligados a afrontar la dolorosa incertidumbre de no poder despedirse de sus seres queridos.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención y apoyo a las víctimas de accidentes en el mar, especialmente en las costas canarias, donde las condiciones meteorológicas adversas representan un grave riesgo. En lo que va de 2025, ya han perdido la vida once personas por ahogamiento en el archipiélago. Estos incidentes resaltan la importancia de que la ciudadanía tome conciencia de los peligros del mar y actúe con mayor prudencia para evitar que tragedias como estas sigan ocurriendo.