Iberia niega el embarque a un joven canario con epilepsia en un vuelo de Boston a Madrid

Mario tenía la asistencia confirmada, pero le negaron el acceso al avión debido a su condición médica. 'Me sentí discriminado', afirmó.
10/03/2025

El pasado 19 de febrero, Laura Estévez y su hijo Mario Machín, de 18 años, se enfrentaron a una situación desagradable en el Aeropuerto de Boston cuando a Mario, diagnosticado con epilepsia refractaria, se le impidió embarcar en un vuelo de Iberia con destino a Madrid. A pesar de haber solicitado asistencia especial con antelación, la aerolínea negó el acceso de Mario al avión argumentando que necesitaba un perro de acompañamiento, un tutor o un adulto con él.

Laura, consciente de que Mario podría experimentar episodios de ausencia debido a su epilepsia, solicitó el servicio de asistencia al pasajero. Tanto American Airlines, con quien compraron el billete, como Iberia, encargada de operar el vuelo, confirmaron la asistencia. «Nos confirmaron que tendría asistencia, para que alguien le acompañara a la puerta de embarque y no se preocupara de perder el avión. Pero fue en gran medida para que se sintiera confiado y tranquilo», detalló.

El día del viaje, tras llegar al aeropuerto con suficiente antelación y verificar la asistencia en el mostrador de la línea aérea, sus padres acompañaron a Mario hasta el control de seguridad. Posteriormente, un encargado le acompañó hasta la puerta de embarque. Sin embargo, minutos antes del despegue, el joven llamó a su madre comentando que le habían impedido abordar el avión.

«El piloto decidió que no volaba»

«Nos explicó que le habían dicho que necesitaban ver su medicación. Le dijimos que mostrara su app móvil con toda la información médica y su expediente médico. Pero le respondieron que no, que el piloto había decidido que no volaba porque necesitaba un perro de ayuda, un tutor o un adulto con él», contó Laura.

Intentaron comunicarse con el personal de la compañía aérea, pero se encontraron con una negativa rotunda. La persona que atendió la llamada les explicó de manera muy directa que el piloto había decidido que no podían volar debido a que, en caso de algún incidente, serían los responsables. De forma cortante, les pidió que retiraran a Mario del vuelo, argumentando que no podía embarcar por tener epilepsia.

Ante esta situación, American Airlines les reubicó en otro vuelo con escala en Londres para evitar nuevas restricciones de Iberia. A pesar de las dificultades, Mario logró llegar a Madrid, aunque agotado y con un retraso significativo que le hizo perder su tren a Zaragoza, donde debía presentar exámenes parciales. El joven días después viajó a Tenerife a visitar a familiares y amigos.

Un viaje de vuelta igual de problemático

La situación no mejoró en su regreso a Boston el 6 de marzo. «Nos aseguramos de que ambas aerolíneas confirmaran que el servicio de asistencia estuviese previsto, de que alguien le iba a acompañar y, sobre todo, que le iban a dejar subir al avión», explicó Laura.

Sin embargo, debido a un retraso en su primer vuelo, Mario llegó tarde a Madrid y la asistencia confirmada nunca apareció. «Esperó y esperó, pero no llegó nadie. Nadie se comunicó con él, entonces decidió ir por su propio pie a buscar el segundo vuelo porque iba a perder el vuelo a Boston», concretó su madre.

Mario terminó desorientado en el aeropuerto y sufrió una crisis epiléptica justo después de subir al avión. «Tuvo una de sus ausencias mientras se encontraba dentro del avión, sin que nadie se percatara de quién era. Cuando volvió en sí, ya estaba sentado en su asiento, terriblemente cansado, sudando y desorientado». A su llegada a Boston, tampoco recibió asistencia. «Nadie le estaba esperando en Boston para bajarle del avión, tuvo que buscarse la vida. Por la noche ya no durmió, fue una noche terrible, le sangraba la nariz y por la mañana le tuvimos que llevar al servicio de urgencias».

«No entendemos por qué se le negó subir al avión»

American Airlines se comunicó con la familia y les confirmó que la responsabilidad era de Iberia. «Pusimos la reclamación, no nos contestaron y no sabíamos nada», dijo Laura. «Mantuve algunas conversaciones con ellos a través de Twitter, porque es la única forma de que te contesten, pero no han emitido todavía una explicación coherente».

Desde Mírame TV nos hemos puesto en contacto en varias ocasiones con Iberia para obtener una respuesta sobre lo sucedido, pero hasta el momento no hemos recibido ninguna contestación por parte de la aerolínea.


Laura, ¿Cómo describiría el trato recibido por Iberia?

«Tanto a mi como a mi hijo nos trataron de una manera bastante cruda y hasta desagradable. La persona que me tomó el teléfono me dijo de forma muy brusca que me lo llevara de allí, que no iba a volar porque tenía epilepsia. A él le negaron la entrada al avión y lo dejaron solo»

Cuando Mario llegó al aeropuerto de Madrid, viajó solo, desorientado y sufrió una crisis epiléptica. ¿Cómo vivieron ustedes esa situación tan difícil?

«Estábamos angustiados y muy preocupados por él. Hubo un momento en que ni la aerolínea ni nosotros teníamos constancia de que mi hijo estuviera bien ni de que estuviera abordo del avión. Intentamos que lo encontraran, pero no podíamos comunicarnos con Mario. Fue una situación desesperante».

¿Han recibido alguna explicación por parte de Iberia o American Airlines?

«American Airlines nos dijo que les sorprendía lo ocurrido y que este incidente no les correspondía a ellos. Pero Iberia aún no nos ha dado ninguna explicación real. No entendemos por qué se le negó subir al avión solo por el hecho de que tuviera epilepsia».

La familia sigue esperando una respuesta oficial por parte de la aerolínea mientras denuncian lo ocurrido y buscan evitar que situaciones similares se repitan con otros pasajeros que requieran asistencia especial.

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