Una persona dependiente es asistida para subir un vehículo.

Más de 30.000 canarios engrosan la lista de espera de la dependencia, la cifra más alta del Estado

Canarias continúa siendo la comunidad autónoma con la mayor tasa de espera en el sistema de dependencia, alcanzando un 41,81%, más del triple de la media nacional, pese a que en 2024 atendió un 10,63% más personas que en 2023
03/03/2025

Canarias ha registrado avances en su sistema de atención a la dependencia durante 2024, pero estos resultan insuficientes ante el crecimiento desbordado de las listas de espera y las graves deficiencias que persisten. Según el último informe del Observatorio de la Dependencia, publicado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, el archipiélago atendió a 4.328 nuevos dependientes el año pasado, un 10,63% más que en 2023, y redujo el tiempo medio de tramitación en 86 días, situándolo en 561 días (más de año y medio). Sin embargo, estos progresos contrastan con el aumento del 41,7% en la lista de espera, que alcanza las 31.672 personas, la cifra más alta del país.

La peor tasa de espera del Estado

Canarias continúa siendo la comunidad autónoma con la mayor tasa de espera en el sistema de dependencia, alcanzando un 41,81%, más del triple de la media nacional, que se sitúa en el 12,48%. Este dato refleja la incapacidad del sistema para responder a la creciente demanda de servicios, a pesar de los esfuerzos por agilizar los trámites.

Además, el archipiélago lidera otro indicador preocupante: el «limbo de la dependencia». Se trata de aquellas personas que, a pesar de tener reconocido su derecho a una prestación, no reciben ningún servicio. En 2024, esta cifra aumentó un 24,71%, alcanzando las 15.171 personas, lo que representa una tasa del 28,90%, la más alta de España y muy por encima de la media nacional del 8,70%.

Cinco años para resolver el «limbo»

El informe advierte que, al ritmo actual, Canarias tardaría al menos cinco años en atender a todas las personas que se encuentran en esta situación de desamparo. A esto se suma que 12.641 personas esperan aún una resolución sobre su grado de dependencia, lo que agrava la sensación de abandono entre los ciudadanos más vulnerables.

La demora en la atención tiene consecuencias dramáticas. Entre 2017 y 2024, fallecieron en Canarias 23.536 personas mientras esperaban una prestación: 14.325 sin haber sido valoradas y 9.211 con el derecho reconocido pero sin recibir ningún servicio. Estas cifras ponen de manifiesto la urgencia de reformas estructurales en el sistema.

Gasto insuficiente y baja cobertura

Canarias también destaca por su bajo gasto público en dependencia. Con un promedio de 4.960,77 euros por persona, la comunidad gasta un 20% menos que la media nacional (6.189 euros). Además, el gasto público por habitante (95,78 euros) está casi 86 euros por debajo de la media española, lo que refleja una insuficiente inversión en un servicio esencial para la población.

La tasa de cobertura en Canarias es la más baja del país, con solo 20,35 personas atendidas por cada mil habitantes, frente a la media nacional de 31,58. Esto se traduce en que el archipiélago tiene una de las peores tasas de desatención, con 142,43 personas desatendidas por cada mil habitantes, el doble que la media nacional (72 por mil).

Un sistema al límite

Aunque Canarias ha logrado avances en la reducción de los tiempos de tramitación y en el aumento del número de personas atendidas, el sistema sigue mostrando graves deficiencias. La combinación de listas de espera desbordadas, un alto número de personas en «limbo» y un gasto público insuficiente pone en evidencia la necesidad de una revisión profunda de las políticas de dependencia en el archipiélago.

Mientras tanto, miles de familias canarias continúan esperando una respuesta que, en muchos casos, llega demasiado tarde o no llega nunca. La dependencia en Canarias sigue siendo, hoy por hoy, un derecho en papel, pero no en la práctica.

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