Un total de 9.757 personas murieron tratando de alcanzar las costas de Canarias en 2024, lo que supone una media de 28 muertes al día en el año más mortífero hasta la fecha, superando el récord de 2023, cuando perecieron 6.007 migrantes, según los datos hechos públicos este jueves por el colectivos Caminando Fronteras. Estos fallecimientos suponen un incremento del 62,4% frente a las cifras del año anterior, con una muerte en el Atlántico cada 51 minutos hasta el 15 de diciembre.
Del total de fallecidos en toda España, nueve de cada diez perdieron la vida en la ruta hacia el archipiélago canario. Los cayucos con mayor incidencia mortal fueron los que salieron de la zona de la costa mauritana, desde donde partieron 6.829 de los migrantes fallecidos rumbo a las Islas. Además, 2.197 murieron tras salir desde Senegal-Gambia y 801 desde el área costera comprendida entre Agadir (Marruecos) y Dajla (Sahara Occidental).
Entre las víctimas, se contabilizan 1.538 niñas y niños y 421 mujeres que fallecieron en su intento de alcanzar las costas canarias en embarcaciones precarias. Los meses más mortíferos fueron abril y mayo, concentrando casi el 23 % del total de las víctimas.
En 2024, 57.738 migrantes llegaron a España en cayucos o pateras, de los cuales 43.737 lo hicieron a Canarias, marcando un récord histórico. Además, se registraron 131 embarcaciones desaparecidas con todas las personas a bordo en la Ruta Atlántica.
El informe detalla que la ruta canaria se ha consolidado como la región migratoria más letal del mundo. Esto se debe, entre otros factores, al aumento de controles en las costas de Senegal y Mauritania, que obliga a las embarcaciones a adentrarse en el océano hasta la isla de El Hierro.
La situación es especialmente alarmante para la infancia. Durante 2024, se ha producido un incremento en la migración de niños provenientes de Mali, donde la violencia, el reclutamiento forzoso y los conflictos armados han generado desplazamientos. Muchas familias han priorizado la salida de sus hijos como estrategia de protección. Además, niñas y adolescentes de Guinea, Costa de Marfil y Senegal intentan escapar de matrimonios forzados, mutilación genital y otras violencias estructurales.
Actualmente, el Gobierno de Canarias tutela a cerca de 5.500 menores extranjeros no acompañados.
La desertificación y el cambio climático, especialmente en el norte y este de Mali, también han contribuido al aumento de los desplazamientos, agravando las dificultades de estas rutas migratorias.
Solo este 25 de diciembre llegaron seis cayucos y 324 migrantes a las costas del Archipiélago.Según ha informado Salvamento Marítimo, las operaciones de rescate se desarrollaron en una jornada marcada por las difíciles condiciones del mar y las travesías de días desde Mauritania.
