La Policía Nacional estima que al menos 50 migrantes murieron durante la travesía del cayuco rescatado el pasado 24 de agosto al sur de Canarias con 248 ocupantes a bordo. Los presuntos patrones de la embarcación han sido detenidos y enviados a prisión provisional, acusados de homicidio, lesiones y torturas, tras los testimonios que los señalan como responsables de arrojar vivos al mar a numerosos pasajeros.
El Juzgado de Guardia de San Bartolomé de Tirajana ya había decretado el ingreso en prisión de 17 de los tripulantes el 5 de septiembre, después de escuchar el relato de varios supervivientes bajo la condición de testigos protegidos. Sus declaraciones describieron escenas de violencia extrema durante los once días de travesía, con palizas y presuntos asesinatos.
Según fuentes judiciales, todo comenzó por supersticiones de los hombres que gobernaban el cayuco, quienes atribuían a la «brujería» los problemas de navegación, desde averías en el motor hasta la escasez de alimentos o el mal tiempo. En ese contexto, comenzaron a señalar culpables entre los pasajeros, a los que golpeaban y en muchos casos arrojaban al océano.
En un comunicado difundido este miércoles, la Policía ha confirmado la detención de dos personas más, también enviadas a prisión. Todos los arrestados están acusados de agredir a decenas de viajeros, negarse a socorrer a quienes caían accidentalmente al agua y, en algunos casos, lanzar por la borda a compañeros de travesía simplemente por protestar por las condiciones del viaje.
Los testigos hablan de unas 30 personas arrojadas vivas al mar, aunque los investigadores de la Brigada Provincial de Extranjería elevan la cifra de fallecidos o desaparecidos a más de 50. La razón es que, según los testimonios recogidos, el cayuco zarpó de Senegal con alrededor de 300 personas, e incluso algunos supervivientes aseguran que partieron 320, lo que situaría el número de víctimas por encima de 70.
La embarcación, de madera y unos 20 metros de eslora, fue auxiliada por Salvamento Marítimo en aguas al este de Dajla (Sáhara), cuando ya se encontraba a la deriva. Entre los rescatados, una persona falleció posteriormente en el hospital al que fue trasladada.




