
La borrasca Nuria ha causado numerosos incidentes en Canarias, con más de un centenar de incidencias registradas por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 112. Gran Canaria ha sido la isla más afectada, con 51 incidencias, seguida de Tenerife (41), Fuerteventura (15) y La Palma (11). También se han reportado incidentes menores en Lanzarote, El Hierro y La Gomera.
Las principales afecciones han sido la caída de árboles, postes eléctricos y desprendimientos en carreteras. En Gran Canaria, municipios como Gáldar, Agaete, Teror y Las Palmas de Gran Canaria han sido los más perjudicados. En Tenerife, los efectos se han concentrado en La Laguna, Granadilla, Puerto de la Cruz y Garachico, con cortes de carreteras y fallos en el suministro eléctrico. En Fuerteventura, los incidentes se han registrado en Antigua y La Oliva, mientras que en La Palma, la caída de árboles y postes de telefonía ha afectado a Villa de Mazo, dejando inoperativo su aeropuerto. En El Hierro, las cancelaciones en el aeropuerto y la caída de postes y árboles han marcado la jornada.
Las rachas de viento han alcanzado los 119 km/h en La Gomera, 111 km/h en La Palma, 100 km/h en El Hierro y 95 km/h en Tenerife, intensificándose en las cumbres y vertientes sureste y noreste de las islas occidentales. Se prevé que la situación vaya mejorando a partir de la tarde-noche del jueves.
El Gobierno de Canarias ha mantenido una reunión de emergencia con la AEMET y los cabildos para coordinar la respuesta ante la alerta máxima por viento en Tenerife y La Palma, y la alerta general en el resto del archipiélago. Hasta el momento, se han reportado dos heridos: un hombre en Puerto de la Cruz, afectado por la caída de una plancha, y otro en Agaete, lesionado por la rotura del cristal de una marquesina de guaguas.
Las autoridades han insistido en la precaución, recomendando evitar zonas de riesgo, asegurar objetos en balcones y azoteas y reducir desplazamientos innecesarios. El seguimiento de la situación continúa y no se descartan nuevas medidas en función de la evolución del fenómeno meteorológico.