
La borrasca Garoé, bautizada en honor al mítico árbol de El Hierro que capturaba agua de la niebla, se encuentra sobre las Azores y afectará a Canarias a partir de este martes. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este fenómeno traerá consigo el episodio de lluvias más significativo del año, acompañado de vientos del suroeste, conocidos como ábregos, y un cambio notable en las condiciones meteorológicas.
Después de semanas de viento del este procedente de África, Garoé ha interrumpido el flujo de aire seco y frío que había causado temperaturas invernales de entre 3°C y 5°C en las cumbres de las islas. La borrasca viene asociada a una depresión atlántica y una vaguada que aportará una masa de aire inestable, prolongando su influencia sobre Canarias durante varios días.
Efectos previstos
- Lluvias: Las precipitaciones serán generalizadas en las islas, con especial intensidad en las islas occidentales (La Palma, Tenerife, La Gomera y El Hierro). En La Palma, se esperan lluvias moderadas a fuertes en la vertiente oeste, mientras que en Tenerife podrían registrarse acumulados significativos en las medianías y zonas altas.
- Vientos: Los vientos ábregos soplarán con intensidad moderada, con intervalos fuertes en las islas montañosas. En el sureste de Tenerife y las cumbres, no se descartan rachas muy fuertes.
- Temperaturas: Aunque las lluvias aliviarán el frío extremo de las últimas semanas, las temperaturas se mantendrán frescas, con máximas en torno a los 23°C y mínimas cercanas a los 11°C en las islas occidentales.
Recomendaciones de la AEMET
La AEMET ha emitido una nota especial en la que aconseja a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades locales. Se insta a extremar las precauciones en zonas vulnerables a inundaciones, desprendimientos y fenómenos costeros adversos.
Impacto en el ecosistema
Este episodio de lluvias es crucial para la recarga de acuíferos y la recuperación de la vegetación tras un periodo de condiciones áridas. Sin embargo, la intensidad de las precipitaciones podría generar problemas en áreas urbanas mal drenadas o en cauces fluviales.
Garoé marca el inicio de un patrón más húmedo que, de consolidarse, podría beneficiar a los sectores agrícolas y medioambientales de Canarias, afectados por la sequía acumulada.