No es verdad que la Ley de Memoria Histórica proteja al monumento a Franco (sí, es Franco) de Santa Cruz de Tenerife por su valores histórico-artísticos; no lo es, por mucho que lo diga el Cabildo de Tenerife (ese al que un día le da por decir que tiene protección un monumento que no la tiene y, al otro, consigue que los tribunales le den la razón tras lograr desafectar un Bien de Interés Cultural para poder tirar otro monumento franquista); no lo es, por mucho que lo diga el Ayuntamiento de Santa Cruz, que presuma de él en su página web, que haya impedido su retirada, le haya lavado la cara, que aparezca su catálogo de patrimonio municipal como “elemento singular” (aunque “suspendido”); y no lo es, por mucho que esa “mentira repetida mil veces” en el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico se haya “convertido en verdad” hasta para una de sus miembros menos sospechosos de ser “nostálgicos del régimen”: la Asociación de Memoria Histórica de Tenerife.
Quienes repiten “mil veces” el artículo 15.2 de la Ley de Memoria Histórica para decir que no se pueden retirar vestigios franquistas “cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas”, se suelen querer ‘olvidar’ de la coletilla “protegidas por la ley”. Y quienes no pueden olvidarlo, hacen su propia interpretación de las leyes de Patrimonio dándoles, intencionadamente, a la protección municipal una categoría que no tiene. Hay tres elementos para desmontar la mentira repetida mil veces que se ha convertido en verdad:
- Sentencia del Tribunal Supremo de 2012 sobre la estatua ecuestre de Franco de Nuevos Ministerios que fue retirada en 2005, dos años antes de la Ley de Memoria Histórica. Si bien el Alto Tribunal reconoce que entonces no se debió haber retirado por su catalogación en el patrimonio municipal, deja claro que ahora es imposible recolocarla porque, precisamente, la Ley de Memoria Histórica que se aprobó dos años después ya lo prohibió. Es decir, que la protección municipal no está por encima de la Ley de Memoria Histórica y que haya una estatua de Franco, está tan prohibido en Tenerife como en Madrid.
- Para no dejar a sólo a al Tribunal Supremo la interpretación de la Ley de Memoria de 2007, el Consejo de Ministros aprobó en 2008 un acuerdo cuyo título deja poco lugar a la imaginación “por el que se dictan instrucciones para la retirada de símbolos franquistas en los bienes de la Administración General del Estado y sus organismos públicos dependientes”. En el acuerdo se exceptúa la sólo la retirada de aquellos símbolos que se encuentren en un bien calificado como Bien de Interés Cultural (BIC). Y establece que estas excepciones “tendrán que ser valoradas en cada caso por una Comisión Técnica de expertos constituida al efecto por el Ministerio de Cultura”.
- Esa Comisión se constituyó en 2009 y vuelve a dejar claro que el criterio general es la retirada. Como excepciones, “sólo se conservarán aquellos símbolos con significado histórico y arquitectónico que estuvieran previstos en el proyecto original de construcción del inmueble, siempre y cuando estén incluidos en la propia declaración de Bien de Interés Cultural” y se “conservarán aquellos símbolos con alto valor artístico o artístico-religioso y que formen parte del Bien de Interés Cultural y así haya sido reconocido en su declaración”. Y ya se ha visto que, como le ocurrió al Cabildo de Tenerife en Las Raíces, si se tiene voluntad política, se puede hasta retirar un BIC si antes se consigue desafectar. El monumento a Franco en Santa Cruz de Tenerife no está en el catálogo de Bienes de Interés Cultural del Gobierno de Canarias. “Los acuerdos [de retirada] adoptados por la comisión para la presente tipología son el resultado de una decisión unánime, dado el componente de exaltación que supone la presencia de bustos y esculturas del dictador, jefes militares y gobernantes significados en el espacio público, y la facilidad para su retirada”.
El abogado madrileño Eduardo Ranz, famoso experto en memoria histórica que lleva años poniendo en jaque a administraciones públicas de todo el país, ha solicitado a los órganos consultivos autonómicos un dictamen sobre esta exaltación del Franquismo que incumple la Ley de Memoria Histórica en 350 localidades españolas. Una de ellas es Santa Cruz de Tenerife, en la que destaca su monumento a Franco. Hoy hemos sabido en Mírame TV CANARIAS que Ranz demandará a Santa Cruz si no inicia un catálogo de vestigios franquistas en 3 meses.
La exaltación vive hoy su día grande ya que, la misa que ha convocado la Fundación Nacional Francisco Franco, es en la iglesia San José, a menos de 5 minutos a pie del monumento al dictador. Por cierto, la han convocado, como cada año, a través de esquelas en los periódicos locales, como hacen otros diarios nacionales. Dos de los cinco diarios canarios, que tampoco le hacen ascos a publicar anuncios de prostitución que convierten a las mujeres en mercancía, han vuelto a hacer negocio con algo que sería impensable cada 30 de abril en Alemania: Una esquela en honor a Adolf Hitler.