Bomberos del Servicio de Extinción de Incendios de Las Palmas de Gran Canaria han protestado esta mañana frente al consistorio de la capital. Denuncian una mala gestión de la jefatura del servicio: «no tenemos procedimientos claros, no tenemos procedimientos operativos con los que podamos actuar con seguridad, no tenemos una descontaminación efectiva de los camiones ni de los EPIs al acabar una intervención…». Y no es la primera vez que reivindican esta situación, en palabras de Esclarín, desde la jefatura «hacen oídos sordos».
Han explicado que «es un grito de desesperación». «Queremos que se nos trate con respeto como trabajadores, que no ocurran situaciones como faltas de respeto, gritos, malas formas o actitudes despóticas y dictatoriales», declara Raúl Esclarín a las puertas del consistorio. Quieren poder modernizarse para ser más efectivo para Las Palmas, pero «la jefatura del servicio está negada, bloqueada» y urgen a la alcaldía o a la concejalía que se le dé «un tirón de orejas».