El Boletín Oficial de la Provincia publica el nuevo Reglamento de Distinciones Honoríficas, que entrará en vigor el 15 de junio, tras un período de exposición pública en el que no se presentaron reclamaciones / La propuesta tendrá que ser aprobada por el Pleno en una votación secreta que podrá salir adelante con mayoría simple
Uno de los principales objetivos del presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, de Coalición Canaria, ya tiene el terreno preparado para convertirse en realidad. El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publica este miércoles el Reglamento de Distinciones Honoríficas de la Corporación insular, después de un período de exposición en el que no se presentaron reclamaciones. El nuevo marco jurídico, que entrará oficialmente en vigor el 15 de junio, ha sido modificado para permitir el nombramiento de la Virgen de Candelaria como presidenta honoraria y perpetua de la Institución.
Con la publicación del reglamento en el BOP se da vía libre al nombramiento honorífico de la Virgen de Candelaria, una propuesta que partió del propio Carlos Alonso y que ha generado un importante debate social y político. La iniciativa aún tendrá que atravesar un trámite administrativo que culminará con una votación del Pleno que, según la nueva normativa, será secreta y solo requerirá de mayoría simple para su aprobación.
La incoación del expediente también debe partir de un acuerdo plenario, que tiene que incluir los nombres de las personas que formarán la Comisión Especial que instruirá el procedimiento. Este órgano estará presidido por Carlos Alonso y contará con un representante de cada uno de los grupos políticos del Cabildo, además de por un número igual de personas que, "por sus especiales conocimientos o prestigio", se considere oportuna su inclusión.
Según el reglamento, una vez constituida la comisión, su cometido consistirá en "recabar la información y documentación precisas, y acordará la práctica de cuantas pruebas fuesen necesarias para acreditar los méritos, servicios, y circunstancias especiales en cada caso". A continuación, se elaborará un dictamen en el que se propondrá la concesión, que posteriormente será remitido al Consejo de Gobierno Insular que, a su vez, lo elevará al Pleno, sin necesidad de pasar por ninguna comisión, para su aprobación definitiva.
El artículo 3 del reglamento expone que la distinción de presidente honorario y perpetuo del Cabildo "representará la especial vinculación del mismo con la ciudadanía de la isla de Tenerife y sus valores históricos, sociales, culturales y antropológicos". Una redacción que permite encajar como posible beneficiaria del reconocimiento oficial a la figura de la Virgen de Candelaria, tras modificar la normativa vigente, que data de noviembre de 1985.
Otras distinciones que se regulan en el nuevo reglamento son las Medallas de Oro, Plata y Bronce; la Corbata de Honor para banderas o estandartes; el título de Hijo Predilecto, Hijo Adoptivo e Hijo Ilustre; el título de Consejero Honorario y el de Visitante Ilustre.
Los reconocimientos podrán ser revocados por el mismo procedimiento "cuando la persona o entidad de que se trate haya incurrido en gravísima causa de indignidad para seguir figurando en los galardonados por la Corporación", expone el reglamento.
La propuesta de Carlos Alonso ha levantado un intenso debate social, pero también político. Las mayores dudas se han generado en la bancada del PSOE, que comparte el Gobierno insular con Coalición Canaria, donde existe una disparidad de opiniones. La consejera de Patrimonio Histórico, y secretaria de Organización de la Ejecutiva socialista en Tenerife, Josefa Mesa, en una entrevista en el periódico La Opinión de Tenerife, aseguró que su partido "debe votar en contra" de la iniciativa.
Otros miembros del PSOE en el Cabildo han sido más flexibles en sus afirmaciones, como el consejero de Sostenibilidad, José Antonio Valbuena, que se ha posicionado a favor de la distinción si encaja dentro de "sus valores culturales y populares". Una posibilidad que está amparada con el nuevo reglamento. Cualquier discrepancia interna, salvo que se busque alguna alternativa para evitarlo, como ya ocurrió en una votación del Parlamento de Canarias relacionada con la Televisión Autonómica, quedará enterrada en el secreto de la votación plenaria.