Los vecinos de Los Corralillos denuncian una vez más las carreras ilegales de coches que se realizan por la noche desde 2019 entre el Cruce de Arinaga y su Arinaga y Los Corralillos. Estas prácticas, que han provocado ruido insoportable e inseguridad para los peatones, continúan afectando la vida diaria de los residentes, pese a las constantes denuncias.
Esta semana, un video grabado por un vecino en el parking anexo al recinto ferial del Cruce de Arinaga se hizo viral, mostrando el punto de encuentro de los «pilotos» que calientan motores al ritmo de reguetón antes de iniciar las carreras por la GC-104. «Esto no hay quien lo pare», declaró un portavoz de la agrupación vecinal, quien también reveló el miedo de los residentes a represalias, lo que ha llevado a muchos a dejar de compartir videos de estas actividades ilegales.
Las denuncias de los vecinos han sido constantes en varias plataformas y ante las autoridades de tráfico, la última de las cuales se realizó hace seis meses. Aunque se incrementaron los controles de tráfico, estos se llevaron a cabo principalmente durante el día, lo que llevó a la dimisión del anterior presidente de la asociación vecinal, Pedro Hernández, y al silencio de muchos residentes.
«Ya no damos la cara. Mira lo que ha pasado», comenta uno de los afectados, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias. Las carreras ilegales ahora incluyen motos y se realizan casi a diario, incluso por las tardes, amplificando el problema del ruido y la inseguridad.
Otro residente señaló que el impacto que tiene el estruendo de los motores asusta a los animales. «Ni los animales están tranquilos. Escuchan de repente ese estruendo del motor y los caballos dan respingos y coces, relinchando, los perros ladrando. Todos se sobresaltan».
Las carreras, que antes se realizaban solo los jueves, ahora ocurren casi todos los días, comenzando a veces a las 19.00 horas. Según el anterior presidente de la asociación vecinal, Pedro Hernández, estas carreras son organizadas por una mafia y se mueve mucho dinero, con pagos por participar y premios para los ganadores.
Pese a las medidas tomadas, como la instalación de radares y puntos de luz en la carretera GC-104, los residentes siguen enfrentando el problema. La Guardia Civil mantiene una línea de investigación abierta para identificar a los infractores de la seguridad vial en horario nocturno. Las sanciones incluyen multas económicas y la pérdida de puntos del carnet de conducir, pero los vecinos sienten que estas medidas no son suficientes.