Una mujer residente el Málaga logra estafar más de 33.000 euros a una empresa de Tenerife
Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo @ de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife, con la colaboración del Equipo @ de la Comandancia de Málaga, han instruido diligencias en las que investigan a una mujer de 45 años, vecina del municipio malagueño de Cártama, por un presunto delito de estafa de más de 33.000 euros a través de un ataque cibernético a un correo electrónico empresarial.
La investigación comenzó a raíz de la denuncia presentada por el propietario de la empresa afectada con sede en Santa Cruz de Tenerife, tras percatarse de que la cuenta de correo electrónico de la empresa había sido manipulada fraudulentamente, ya que desde la misma se habían remitido correos a sus clientes para modificar el número de cuenta de la empresa en el que los clientes debían realizar los pagos/transferencias por los servicios prestados.
Uno de los clientes de la empresa perjudicada fue quien informó al propietario de la recepción del citado correo electrónico manipulado, ante la reclamación de los pagos, demostrándole así cómo los pagos se habían ido realizando en tiempo y forma, pero a esa otra supuesta nueva cuenta de la empresa, por un valor de más de 33.000 euros en diversas transferencias.
Una vez que los agentes realizaron las gestiones oportunas y pudieron comprobar y corroborar lo manifestado por el propietario de la empresa perjudicada, con el apoyo del Equipo @ de la Comandancia de Málaga, ya que la investigada residía en esa ciudad y se encargaba de extraer el dinero sustraído en diferentes cajeros de la zona, procedieron a su localización e investigación como presunta autora de un delito de estafa, consiguiendo además bloquear 4.314,42 euros de la cuenta beneficiaria del dinero robado. Las diligencias instruidas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción nº 1 de Güímar.
Este tipo de estafa se conoce como Business Email Compromise (BEC) y significa comprometer el correo electrónico empresarial. Son controladas por ciberdelincuentes y suelen estar dirigidas hacia empresas que realizan transferencias electrónicas. Una de las características fundamentales que tiene el ataque de los BEC es que son específicos, ya que son dirigidos y diseñados para cada víctima.
Los ciberdelincuentes estudian profundamente las operaciones comerciales de la empresa e incluso investigan sus redes sociales para que el ataque cibernético se lo más efectivo posible.