Un sin techo denuncia a la Unipol por amenazas y destrozarle su caseta de cartón
El pasado 24 de marzo, Bruno Arias Herrera, interponía denuncia en el juzgado de guardia de Santa Cruz de Tenerife contra tres agentes de la Unipol (Unidad de Intervención de Policía Local) de la capital tinerfeña. Este hombre, que asegura llevar viviendo cinco años en la céntrica Plaza de San Sebastián de Santa Cruz, los acusa de “destrozarle a patadas” la caja de cartón en la que pasaba las noches y de ser amenazado con “recibir una paliza” si no abandonaba la zona inmediatamente. Bruno nos cuenta que en los casi 9 años que lleva vivienda en la calle nunca ha tenido ningún problema con nadie y que está perfectamente integrado en la zona. “Soy amable con los vecinos, todos me conocen, yo me encargo de tener limpia y cuidada esta plaza y algunos de ellos incluso me dan comida”
Fuentes Policiales consultadas por este medio confirman que los agentes le retiraron los cartones pero desmienten que se produjera ninguna actitud violenta ni amenazas hacia el denunciante. Añaden estas fuentes que, incluso, los agentes se ofrecieron a trasladarle al albergue municipal, a lo que Bruno se negó. Él mismo nos confirma este punto ya que se niega a pisar el centro municipal de acogida al considerar que se trata de un lugar inseguro e insalubre. “En varias ocasiones he tenido problemas en la misma cola para entrar, allí se trapichea con droga y hasta te insultan por nada, y yo no tengo necesidad de eso”. Bruno cena cada noche gracias a Cruz Roja y come durante la jornada de los alimentos que diferentes ONG como Sonrisas Canarias le ofrecen. Algunos amigos del barrio se turnan para permitirle el acceso a sus viviendas para que cocine y pueda asearse cada día.
El 6 de julio de 1998 la vida de este ex militar dio un brusco giro que le haría emprender un declive personal que lo ha llevado a vivir en la calle. Ese día, su madre fue una de las seis víctimas mortales del accidente de una guagua de TITSA en el sur de Tenerife que chocó contra un camión de gran tonelaje que se encontraba estacionado en el arcén y que invadía parte de la calzada. A partir de ese momento la vida cambia para este hombre que siempre ha vivido en esta zona de la capital tinerfeña, cayendo en una fuerte depresión que le haría perder su trabajo, su pareja y acabar sin hogar en el año 2006. Desde entonces ha vivido en varios puntos de la ciudad, como en la dársena pesquera, pero hace cinco años que decidió instalarse en la plaza donde se produjeron los hechos denunciados. Nos confirma que ha acudido a los trabajadores sociales del ayuntamiento para solicitar la PCI (Prestación Canaria de Inserción) y una vivienda de protección oficial, pero aún no habría tenido respuesta a ninguna de las dos solicitudes. Bruno dice estar fuerte y no padecer ninguna enfermedad a sus 50 años y pide ayuda para, al menos, poder pagarse una habitación y no seguir durmiendo en la calle.