Ante el señalamiento a manifestantes del presidente de la CEOE Tenerife como posibles responsables de la quema de maquinaria en la parcela del proyecto Cuna del Alma, Rubén Pérez, portavoz de la Asociación Ecologista Salvar la Tejita, en declaraciones a Mírame Canarias, aclara: «Nuestras acciones están comprendidas dentro de la lucha social pacífica y legal».
Salvar la Tejita tiene en curso varias acciones legales. «Se ha querellado contra la promotora el mes pasado y que esa es nuestra lucha: intentar paralizar cuanto antes, por la vía legal, este macroproyecto», explica su portavoz. El rechazo por innecesario del proyecto «ha sido bastante respaldado a nivel social en la Isla de Tenerife», afirma resaltando la espectacularidad de un lugar como el Puertito de Adeje, «que es un reclamo turístico ya como está»
Agresiones, crímenes y acciones judiciales
Recuerda Pérez que han sucedido más sucesos violentos, a parte de la quema de maquinaria, en la obra del macroproyecto: «Han habido sucesos violentos, sin ir más lejos, el CEO de la promotora Cuna del Alma, Andrés Muñoz, agredió a 2 mujeres, con un video que se viralizó, fuimos testigos en periódicos y RR. SS. de como hubo numerosas agresiones a manifestantes en los terrenos de Cuna del Alma hace 2 años, como incluso se produjo una paliza de madrugada y llegaron a arrancar una pala con gente debajo».
El portavoz de la plataforma añade la importancia de «poner estas cosas encima de la mesa por si se nos han olvidado», aunque se centra en el «crimen ambiental» que está sucediendo en el Puertito de Adeje. «Desde el pasado noviembre han vuelto con más maquinarias que hace 2 años, están yendo a toda velocidad, y si llega alguna paralización, como ya les han llegado cuatro en el pasado, decir que ya no quedan esos bienes jurídicos protegibles», recordaba Rubén Pérez, y ponía de ejemplo el caso de la viborina triste, una especie amenazada en el suroeste de Tenerife.
Añade que hay yacimientos arqueológicos en esa zona, y que «hubo un yacimiento arqueológico en concreto que fue destruido de manera premeditada por la empresa, dicho y acreditado por técnicos de la administración».