Una petición de ayuda económica por parte del dueño de granja ubicada en El Hierro acabó destapando un terrible caso de maltrato animal que se ha prolongado al menos durante un año y medio, tal y como relató Inma Évora, de la Plataforma Alternativa Canaria Animalista, una de las 18 protectoras que han denunciado el caso y que piden ayuda para 10 de los cerdos que han logrado sobrevivir y han sido trasladados a Tenerife.
Lo cierto es que, tras conocer la denuncia en febrero, las organizaciones animalistas se movilizaron para conocer la situación de los animales (unos 80 cerdos y 300 gallinas, en principio) y pudieron comprobar muchos de los animales habían muerto de hambre y sed y algunos habían sobrevivido alimentándose de los cadáveres de los otros.
Un aterrador escenario que representantes de las protectoras pudieron comprobar a medidos de marzo, cuando se desplazaron desde Tenerife, acompañados de un veterinario y rescataron a diez cerdos en un estado lamentable. Estos animales fueron trasladados en principio a un espacio propiedad del Cabildo de El Hierro y, posteriormente a Tenierfe., donde "buscamos que tengan una segunda oportunidad" , porque, "aunque sean animales destinados a alimentanión humana, ahora, para nosotros, son mascotas y, después de lo que han sufrido, se merecen una segunda oportunidad, una vida digna", insitió Inma Évora en Canarias 8.
Estas organizaciones han costeado todos los gastos generados hasta ahora, pero necesitan ayuda para continuar protegiéndolos y, además, se proponen lograr el cierre de lo que denominan "la granja de los horrores", porque aún faltan animales por rescatar como perros, patos, gallinas y más cerdos. En las páginas de Facebook de Alternativa Canaria Animalista o Denuncia y Protección Animal.
La granja ha sido denunciada en reiteras ocasiones por vecinos e inspectores del Seprona y Sanidad en los útlimos años y las administraciones públicas conocían su situación por medio de informes que detallaban la existenia de animales muertos, desnutridos, en mal estado de salud, sin alimentos, ni agua, sin medidas higiénicas suficientes, filtración de los purines y sin control alguno con su trazabilidad. Sin embargo, pese a los posibles delitos contra la salud pública y maltrato animal continuado, no se actuó.