La Policía cuestiona las contradicciones de un testigo del Caso Corredor
8 de enero de 2015. Esa es la fecha que el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de La Laguna, César Romero Pamparacuatro, tiene marcada en rojo en su agenda. Ese día, los tres testigos claves de la Operación Corredor abrirán la primera ronda de declaraciones judiciales, que continuará la jornada siguiente con el testimonio de Fernando Clavijo, alcalde de La Laguna y candidato de Coalición Canaria (CC) a las elecciones autonómicas, en calidad de imputado por delitos de tráfico de influencias, prevaricación, malversación y falsedad documental. Ese día, uno de los presentes en la reunión de 2005 que dio pie a la denuncia inicial del caso en la Fiscalía, en la que supuestamente se trató abiertamente un presunto acuerdo tácito para evitar el incumplimiento del horario de cierre de algunos locales de ocio nocturno, el periodista Isaac Tacoronte, tendrá que ratificar, o no, la declaración llena de "constantes contradicciones" que en febrero de 2010 realizó ante dos agentes del Grupo de Delitos Económicos Relacionados con la Corrupción de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, como consta en el oficio de 25 de febrero de ese año.
En el primer día de interrogatorios también acudirán al nuevo Palacio de Justicia de la ciudad de Aguere otras dos personas fundamentales en la causa: el denunciante, Carlos David Calderón, pareja de Isaac Tacoronte en el momento en el que arrancan los hechos investigados, y una testigo a la que la Policía quiere proteger su identidad por miedo a posibles represalias. Aunque los delitos imputados a Fernando Clavijo, otras dos concejalas, policías locales, y diferentes empresarios del ocio nocturno están relacionados con actuaciones descubiertas con posterioridad, especialmente a raíz de las intervenciones telefónicas practicadas a partir de abril de 2011, la denuncia inicial, y la presunta manipulación de la grabación que la sustenta, es uno de los ejes que sostiene la defensa del alcalde de La Laguna, junto con la petición de nulidad por el extravío del auto por el que se autorizaron las escuchas telefónicas.
Es aquí donde Tacoronte juega un papel decisivo, al haber participado directamente en la reunión mantenida junto a su expareja con el actual mandatario de CC, en aquel momento concejal de Seguridad Ciudadana; el edil del PSOE Javier Abreu, por entonces en la oposición y ahora en el Gobierno local gracias a un pacto con el propio Clavijo; y el gerente de Urbanismo. A los investigadores les resulta significativa la actitud que mantuvo durante su primera declaración en sede policial el periodista, el 22 de febrero de 2010, en la que intentó "mantenerse al margen, alegando no conocer nada" de lo puesto en conocimiento de la Fiscalía por su excompañero sentimental, lo que obligó a los agentes a realizar una segunda toma de testimonio al día siguiente para cotejar sus afirmaciones contradictorias con la prueba sonora aportada en la denuncia.
Llama la atención que Isaac Tacoronte fue contratado en 2011, un año después de presentarse la denuncia y de declarar ante la Policía Judicial, como responsable de comunicación de la campaña electoral de José Manuel Bermúdez, compañero de partido de Fernando Clavijo, y candidato entonces al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Tras los comicios, y al obtener el político de CC la Alcaldía, fue incorporado al Gabinete de Prensa del Consistorio capitalino, donde aún continúa. Según su propio testimonio ante los agentes del Grupo de Delitos Económicos, nunca fue administrador de la empresa que regentaba el pub Sketch, aunque sí trabajó en el local de forma asidua hasta que su expareja Carlos Calderón, administrador único, contrató a una encargada. Con su antiguo compañero sentimental formó parte de una sociedad cuya finalidad era la producción de eventos. El periodista, extrabajador de Radio Club Tenerife, ha rechazado hacer declaraciones a este portal de noticias sobre la investigación en curso.
Supuesta manipulación
Gran parte del testimonio inicial de Tacoronte se desmoronó cuando los miembros de la Policía Judicial, según relata el instructor en el oficio, procedieron a poner al testigo la grabación de la reunión en la que había participado. El periodista reconoció entonces su voz, pero a partir de ese momento comenzó a insistir en que la cinta había sido manipulada. Para los agentes, una vez escuchado el audio, "se evidencian constantes contradicciones, lo que podría ser debido a un ánimo por parte del mismo de ocultar más de lo que en realidad conoce". Los investigadores achacan el hecho de que en un principio negase "absolutamente todo, dando a entender que no conocía nada de los problemas que estaba teniendo quien por entonces era su pareja", a que posiblemente no conociera que la grabación estaba ya en manos de los instructores. Esta declaración inicial se desvanece, en opinión de la Policía Judicial, cuando "de sus propias palabras se evidencia que eso no es así, sino que queda claro que era conocedor de todo, de las reuniones con Fernando Clavijo, del acuerdo tácito para cerrar el local más tarde de lo que la licencia les permitía, de la promesa de Fernando Clavijo sobre el archivo de los expedientes, diciendo que los policías no se ratificarían y diciéndoles lo que debían alegar".
Para justificar las incoherencias entre su declaración y el contenido de la grabación, además de aseverar que había sido manipulada, Tacoronte alegó que hubo momentos en la reunión en los que no estuvo presente, lo que también cuestiona la Policía en su informe al asegurar que "queda clara que su participación fue constante en toda la reunión, interviniendo en ella en todo momento, y siendo partícipe en todos los aspectos tratados en la misma". Pero es más, como recuerdan los investigadores, "es de destacar que es precisamente Isaac el que hace las preguntas claves y de interés para el bar, interesándose en concretar qué iba a pasar con el expediente". No hay que olvidar que una de las cuestiones denunciadas por Carlos Calderón es que mientras que la Policía Local hacía la vista la gorda con otros locales de ocio, al pub que regentaba en 2005, el Sketch, se le seguían levantando sanciones en contra del supuesto acuerdo tácito alcanzado con Fernando Clavijo como concejal de Seguridad Ciudadana, así como la existencia de un agente que presuntamente extorsionaba a los dueños para no multarles a cambio de dinero.
Prueba pericial
La Policía Judicial defiende que la afirmación de que la grabación ha sido manipulada se produce porque "su declaración había quedado desvirtuada", aunque admiten los agentes que al principio de la cinta se perciben unos ruidos "que se podrían relacionar con haber grabado el archivo sobre otro anterior, de ahí que se produzca la duplicidad de las dos primeras intervenciones". Los investigadores concluyen que "existe una aparente continuidad en el resto de la reunión, así como un sonido ambiente constante, no apreciándose ningún corte posterior", pese a lo que "estiman conveniente un peritaje" de la cinta.
También resulta "cuanto menos extraña", según las opiniones que los agentes de la Policía Judicial plasmaron en el oficio de febrero de 2010, la declaración de Tacoronte sobre que nunca fue conocedor de que la reunión con Fernando Clavijo había sido grabada, al ser Carlos Calderón su pareja y el testigo periodista, "y por lo tanto y debido a su profesión, trabaja habitualmente con este tipo de medios técnicos (...) lo más lógico es que fuera al primero al que Carlos pidiera ayuda y consejo". Tampoco entienden los instructores que mientras admite conocer personalmente al por entonces jefe del turno de noche de la Policía Local de La Laguna, Blas Enríquez, al que incluso dice haber llamado la primera vez que le levantaron un acta en el Sketch para ver qué trámites debían seguir, el agente municipal negó en su declaración conocer ni a Carlos Calderón ni al propio Tacoronte.
Otro aspecto que los agentes ponen en duda, a raíz de las discordancias apreciadas en los dos testimonios del periodista, es el hecho de que en la reunión acusase a un miembro de la Policía Local de "ir pidiendo dinero a cambio de no levantar actas, alegando incluso el estar en posesión de pruebas", ante Fernando Clavijo, "y todo ello a pesar de afirmar una y otra vez ante este grupo que no creía las palabras de Carlos, y no creía que este policía estuviera efectivamente solicitando dinero". Para los investigadores, Tacoronte estaría "a sabiendas" cometiendo una "denuncia falsa ante una autoridad del Ayuntamiento al que pertenece dicho policía".
La manipulación de la grabación es una de las grandes bazas de la defensa de Fernando Clavijo, a pesar de que las imputaciones que pesan sobre el candidato de CC a las elecciones autonómicas de 2015 están vinculadas con actuaciones que se llevaron a cabo con posterioridad a que se captase la polémica conversación. El abogado del alcalde de Aguere sostiene que es causa de nulidad el hecho de que la cinta se obtuviera sin autorización de los intervinientes, motivo por el que ya fue rechazada en el recurso contencioso-administrativo que Carlos Calderón presentó con anterioridad a la denuncia en la Fiscalía. También asegura el letrado que el Juzgado encargado de la instrucción no ha llevado a cabo la prueba pericial que incluso solicitó la Policía Judicial. Argumentos todos ellos que volverán a ponerse sobre la mesa durante los interrogatorios que comenzarán la segunda semana de enero. La Operación Corredor entra ya en una fase decisiva.