Unidades de la policía local y un camión autobomba de bomberos, así como maquinaria y personal del Cabildo de Fuerteventura, junto a los Servicios de Seguridad y Emergencias, han actuado para sofocar el fuego.
Las especiales características infamables de los residuos hacen que para paliar el calor producido sea necesaria gran cantidad de agua.
La temperatura y el viento ha favorecido la evacuación del humo y los gases procedentes de la combustión.
Los bomberos que han intervenido han tenido que emplearse a fondo para controlar el incendio y reducir el nivel de temperatura con mangueras de distintas potencias que han permanecido arrojando agua y removiendo desde las dos de la madrugada hasta primera hora de la mañana.