"Lo que van a ver a continuación es el daño que hace un campo de golf al lado del mar". Así comienza el vídeo que ha difundido a través de sus redes sociales la cuenta de Instagram 'Aaron Goodlife' y que ha cedido a Mírame TV.
Este perfil pertenece a un joven tinerfeño que en una de sus inmersiones de esnórquel en el litoral de Guía de Isora se encontró con cientos de pelotas de golf en el fondo marino.
La explicación la encontramos en la cercanía a la costa de uno de los nueve campos de golf que tiene Tenerife, el del Hotel Abama. Aaaron aprovechó para sacar del agua todas las pelotas de golf que pudo, muchas de ellas incluso literalmente enterradas en la arena.
El problema es que a medida que se degradan por la acción del mar y del tiempo, las pelotas pueden emitir sustancias químicas tóxicas derivadas de los componentes de su fabricación. De hecho, la mayor parte de estos objetos están hechos con un tipo de plástico industrial llamada poliuretano, con el daño que su deterioro puede suponer para el medio natural.