Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna durante el acto de su toma de posesión. /Cedida
Sociedad
27 abr. 2023

Francisco García propone un "gran pacto social por la universidad pública" en su toma posesión como rector de la Laguna

El catedrático de Organización de Empresas Francisco García tomó este jueves posesión del cargo de rector de la Universidad de La Laguna, que ocupará durante seis años, tal y como dispone la recientemente aprobada Ley Orgánica del Sistema universitario. En su primera intervención ha propuesto “un gran pacto social por la universidad pública en Canarias, que implique a toda la sociedad, primero para llegar a un diagnóstico compartido y luego para poner en marcha actuaciones concretas, que miren más allá de los ciclos electorales y que avancen en fortalecer una de las grandes palancas transformadoras” de la región.

García ha justificado la necesidad de ese pacto porque tanto Canarias como la propia institución académica se enfrentan a retos futuros importantes, por lo que la colaboración mutua va a ser necesaria y, en ese sentido, acogió de manera positiva la propuesta de modelo de plan de financiación de las universidades públicas canarias para el periodo 2023-2030 planteado por el Gobierno de Canarias, al cual consideró “un primer paso necesario” que hay que concretar. 

El nuevo rector recordó el potencial de la educación superior para favorecer la generación de empleo, con datos que avalan que la tasa de paro en titulados superiores es significativamente menor que la media de Canarias; o estudios que señalan que las tres comunidades con mayor porcentaje de personas con cualificación universitaria son País Vasco, Madrid y Navarra, precisamente las comunidades que presentan los valores más elevados de Producto Interior Bruto Per Cápita en España. 

Por ello, para Francisco García es preocupante la tasa neta de escolarización en educación universitaria sea en Canarias del 18,1%, muy lejos del 32% de promedio nacional, y de ahí que abogue por incrementar la formación superior, porque “Canarias necesita a la Universidad de La Laguna, y la Universidad de La Laguna necesita a Canarias”.

Eso sí, el nuevo rector aseveró que “no se debe reducir la misión de la universidad a la empleabilidad” y, en ese sentido, abogó por una orientación “humanista” de la institución, citando para ello la obra ‘Excelencia sin alma’ del profesor de Harvard Harry Lewis, para quien una de las misiones fundamentales de la educación superior es “ayudar a crecer a las personas, a aprender quiénes son, a buscar un propósito más ambicioso en sus vidas, y a dejar la Universidad siendo mejores seres humanos”. Para García, “esto es especialmente urgente hoy, en este mundo tan complejo e incierto, donde el relativismo moral y la mentira son amenazas creíbles para la convivencia”. 

Ese humanismo debe compatibilizarse con la ya citada importancia económica de la formación universitaria, pues el futuro requiere profesionales con capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes e imprevisibles, así como de provocar y liderar cambios. Para lograr esos objetivos, la universidad pública va a ser necesaria para Canarias. Y ello supone que la Universidad de La Laguna deberá afrontar varios retos como el rejuvenecimiento de las plantillas de Personal de Administración y Servicios y Personal Docente e Investigador, y otros grandes esfuerzos tanto internos como externos, que implicarán el ya mencionado diálogo social con otras instituciones. 

Francisco García tuvo palabras de agradecimiento a la rectora saliente, Rosa Aguilar, y a su equipo, por el trabajo desarrollado los últimos años, en los que tuvo que hacer frente a circunstancias especialmente difíciles. También recordó al resto de ex rectores y rectora, que estuvieron presentes en el acto, con quienes prometió mantener encuentros con cierta periodicidad para aprovechar su experiencia.

Otro aspecto en el que hizo énfasis fue en la necesidad de “seguir escuchando a la comunidad universitaria”, para lo cual la comunicación será un factor esencial, así como la gestión de las personas que forman la organización. También señaló la importancia que deben tener en una organización pública las políticas asistenciales, de igualdad y de diversidad, “para seguir construyendo una universidad segura, inclusiva y respetuosa”. Y expresó su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con todos en general y, particularmente, con el 17, referido al fortalecimiento de alianzas, que circunscribió no solo a Canarias, sino a los vínculos nacionales e internacionales. 

El rector de la Universidad de La Laguna finalizó su discurso con unas palabras de autoafirmación institucional: “Somos una universidad pública, orgullosa de su pasado que se reivindica en el presente para contribuir a la construcción de una sociedad mejor y más justa. Les invito, les invitamos a poner lo mejor de nosotros mismos, lo mejor de nosotras mismas, para que la singladura sea un éxito, no sólo para nuestra universidad, sino también para el conjunto de Canarias, para nuestra tierra y para nuestra gente”.

Por su parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, recalcó el valor de la Universidad de La Laguna como elemento clave de transformación social y referente intelectual. Valoró que la rectora saliente sea gomera y el entrante, palmero, lo que da una idea de la pujanza de las islas no capitalinas en esos 46 años de democracia, dijo. Agradeció los servicios prestados por Aguilar, de la que destacó el ahínco con el que defendió la universidad pública y la necesaria mejora de su financiación, al tiempo que deseó a García toda clase de éxitos en su mandato.

Toma de posesión

Previamente a su discurso, Francisco García firmó su nombramiento en presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; la secretaria general del ejecutivo regional, Cándida Hernández, y los cuatro testigos invitados por el nuevo rector como fedatarios de su nombramiento: el catedrático de Análisis Matemático jubilado y Medalla de Oro de la Universidad de La Laguna José Manuel Méndez Pérez; el estudiante Maarten Wolf Eppich; la integrante del PAS ya jubilada Ana María Cabrera Gil, y la doctora Maribel Suárez Mancha, cuya tesis dirigió el propio García.

Seguidamente, la rectora saliente entregó a su sucesor los tres símbolos distintivos del cargo rectoral: la medalla, el anillo y, finalmente, el bastón de mando, que el ya rector Francisco García Rodríguez brindó a la platea para arrancar un sonoro aplauso con el cual inició su mandato.