Denuncia que un médico lo acusa falsamente de agresión en Urgencias de La Candelaria
Carlos Puche, que se enfrenta a un juicio por una supuesta agresión a un médico de Urgencias del Hospital Universitario de La Candelaria, narra la terrible situación que vivió con su padre el 25 de octubre de 2018, cuando, según su relato, un médico los vejó a él y a su padre, hoy fallecido. Acudió al Programa de MA para pedir la ayuda de los pacientes que el 25 de octubre de 18 fueron trestigos de los hechos. Puedes escucharlos a partir del minuto 15:25.
Cuenta que lo que realmente sucedió fue una discusión en la que defendió a su padre, después de que ingresara el 25 de octubre de 2018 en Urgencias trasladado en una ambulancia tras un segundo episodio convulsivo en plena calle.
Según Puche, sobre las 21:00 horas y después de pasar todo el día en una camilla en el pasillo, llegó un doctor, “con una actitud soberbia y carente de empatía” y le preguntó a su padre qué tenía; después de que éste le respondiera y mientras el médico leía el historial, el paciente se hecha a llorar y le pregunta: “¿Doctor, me voy a morir?”.
La respuesta del doctor fue: “Usted lo que tiene es un tumor en la cabeza, empeorado por haberse largado del hospital y usted ha perdido los derechos de ser hospitalizado aquí por abandonar voluntariamente el hospital. Lo monitorizaremos y cuando esté estable, se irá para su casa”.
Relata Puche que intervino porque no podía permitir que trataran así a su padre y le preguntó “que cómo era capaz de darle un diagnóstico tan grave a un paciente botado en un pasillo de Urgencias, cuando ni su médico le había dicho de forme tan cruda lo que tenía y, más aún decirle que tenía un diagnóstico empeorado, sin haberle hecho una sola prueba desde que llegó a Urgencias.
Aclara que hubo una discusión y que, entre otras cosas, le dijo al médico que no confundiera lo que es un hospital público con un hospital gratis y que igual que conocía sus deberes conocía sus derechos”.
La reacción del médico fue mandarlo a callar varias veces porque, según él estaba hablando con su padre y le dijo que abandonara Urgencias. En este punto, Puche admite que llamó al doctor huevón y que no debió hacerlo.
En ese momento, el médico se alteró, perdió los papeles y ordenó llamar a seguridad, pero Carlos Puche le aclaró que no hacía falta y abandono el pasillo por su propio pie y fue a presentar una reclamación en el área de administración. Allí pidió el número de colegiado del doctor, pero este se negó y le facilitaron el número de empleado.
Posteriormente, salió de Urgencias y el vigilante de seguridad le comunicó que no se fuera que el médico había llamado a la Policía. Después de media hora tramitando la reclamación y más de 15 minutos en el exterior de Urgencias, se fue y otros familiares se quedaron con el padre.
La denuncia y petición de testigos
Finalmente, el padre falleció el 1 de enero de 2019 y seis meses después llegó una orden judicial al hermano, que acude al juzgado pero Carlos Puche aclara ante la Policía que, en todo caso, la denuncia va con él.
En la denuncia que presentó el médico se asegura que lo llamó hijo de puta e intentó pegarle y que lo amenazó. Puche denuncia que, además, el médico cuenta como testigos con una colega médico y otro enfermero como testigos que “avalan esta mentira”.
Según detalla, se le acusa de un delito grave y él va asustado de este juicio porque el doctor en cuestión aporta un parte de lesiones en el que se asegura que tuvo que estar de baja desde el 26 de octubre hasta el 17 de diciembre por un cuadro de ansiedad.
Por esta razón, Carlos Puche pide ayuda a cualquier persona que estuviera el 25 de octubre de 2018 entre las 12 y las 21 horas en Urgencias de La Candelaria, que si presenció, la discusión, se ponga en contacto con él a través del teléfono 662 41 93 73 para servirle de testigo que aclare la situación.
Aclara que no existe ya la grabación porque el Hospital las borras un mes después y se extraña de que el médico que es el que lo denuncia no las haya pedido a tiempo para adjuntarlas a su denuncia.
El primer ingreso, un calvario
El 25 de septiembre de 2018, su padre ingresó después de un primer episodio convulsivo e ingresa en este mismo hospital, donde le detecta un sombra una sombra en el cerebro.
Según Puche, su padre permaneció seis días ingresado en la planta de Neurología a la espera de que le realizaran unas pruebas, pero compartía habitación con otro enfermo con problemas mentales que no contenía sus esfínteres y “tenía como distracción meter sus manos en el pañal y jugar con sus heces todo el día”.
En estas circunstancias, después de cinco días en que “no podía comer, no podía dormir”, se los comentó a los enfermeros, que le recomendaron que se lo comunicara a la doctora.
Así lo hizo, pero la respuesta de la médico fue decirle que “estaba en un hospital público”, y decidió dejar el hospital aclarando “siempre que él necesitaba las pruebas y quería realizarse las pruebas y que le avisara por teléfono”.
Un mes después sufrió el segundo episodio convulsivo en la calle y es cuando se produce el incidente.