Cenas con un significado muy especial
En la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en La Laguna decidieron hace unos años que no querían que la gente que no tiene un hogar donde vivir se acostara a dormir sin nada que llevarse a la boca. En su trabajo de voluntariado veían cada día la multitud de personas que se encontraban viviendo en nuestras calles, sin el calor de una buena comida o algo de compañía.
Por esta razón surge el proyecto denominado Unidad de Emergencia Social, una iniciativa que acerca comida caliente a las personas sin hogar y que supone la puerta de entrada para brindarle a este colectivo una oportunidad de cambiar sus vidas. Para formar parte de este proyecto las personas sin hogar de la zona metropolitana de Tenerife, Santa Cruz y La Laguna, se ponen en contacto con Cruz Roja y son los trabajadores sociales quiénes deciden si esa persona tiene las condiciones para entrar en ese proyecto o si sin embargo su realidad se puede ubicar en otros de los múltiples servicios que ofrece la ong. Una vez ubicados en este proyecto los voluntarios no van directamente a las zonas donde se encuentran las personas sin hogar sino que tienen acordados puntos de encuentro donde hacen la entrega de la comida, para así fomentar que sean ellos los que tomen la iniciativa de moverse y salir de su lugar habitual para poder optar a tener una cena caliente cada noche. En la actualidad alrededor de 40 personas reciben cada noche una comida caliente gracias a estos voluntarios.
El placer de ayudar
Aunque el servicio no empieza hasta las 19.00 horas los voluntarios comienzan desde muy temprano a preparar todas las comidas “a partir de las 17.00 horas de la tarde comenzamos a calentar la cena de nuestros usuarios, son muchos y necesitamos tiempo para organizar la bolsa que le vamos a entregar a cada uno” Cristian es uno de los voluntarios que con mucho mimo organiza las comidas que van a entregar a las personas sin hogar “tenemos una empresa de catering que nos realiza cada día un plato principal que nosotros calentamos en nuestra sede, y chocolate caliente que nos preparan en una cafetería cercana, además dependiendo del día también contamos con empresas que nos donan bocadillos, fruta y yogures. “El perfil de las personas que atendemos es muy variado, la mayoría hombres, con edades desde 30 años hasta personas mayores, algunos con problemas físicos o mentales”
Para los voluntarios este es uno de los proyectos más bonitos con los que cuenta Cruz Roja, la entrega de las cenas es la excusa perfecta para entablar una conversación e intentar que salgan de la situación en la que viven, buscarles una alternativa a su vida y ayudarles a que se reubiquen en otros proyectos de Cruz Roja, como el Centro de Día, y consigan con su esfuerzo y el de los voluntarios cambiar el rumbo de su camino.