“O el expresidente avisa con la antelación suficiente para que se soliciten los permisos necesarios para ofrecer a los agentes unas instalaciones decentes o si no puede planificar sus vistas con antelación que renuncie a la protección” Esta es la tajante afirmación con la que la Asociación Española de Guardias Civiles han denunciado hoy, a través de un comunicado, el hecho de que los guardias civiles que llevan a cabo la protección del expresidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vuelven otra vez a realizar sus labores en “condiciones penosas”. En este comunicado la asociación reconoce que “para Famara, Lanzarote, el tener como vecino unos días al año a un expresidente sea todo un lujo y una buena imagen para el municipio y la isla. Pero lo que está claro es que tener a los guardias civiles que deben hacerle las labores de escolta sin servicios y en mitad de la calle es hacerles prestar el servicio en penosas condiciones.” Como ya ha ocurrido en otras ocasiones que también han denunciado, los guardias civiles que realizan la escoltar por no tener, no tienen ni un aseo en el que poder realizar sus necesidades fisiológicas, ni una sombra en la que cobijarse del calor ya que la vigilancia, por esta falta de medios, se hace a pie de calle de forma estática.
Llueve sobre mojado ya que esta misma imagen se repitió durante las vacaciones estivales del año pasado y volvió a repetirse en marzo de este año. Ante esto se solicitó al expresidente que planifique con la suficiente antelación sus visitas a la isla para que desde Comandancia se pueda solicitar la instalación de una caseta con las medidas higiénicas necesarias y que además evite que los guardias hagan las vigilancias estáticas en la calle. En AEGC creen que no es pedir demasiado a Zapatero, es más, el mismo debería entender que tener a los guardias civiles que velan por su seguridad haciendo, por ejemplo, “sus necesidades en la calle, es una imagen poco grata de ver.”
Desde AEGC recuerdan que en la Guardia Civil hay una normativa de Riesgos Laborales de obligado complimiento y que con estas condiciones se está vulnerando de manera sistemática. Una solución sería que se diera a Comandancia, con carácter excepcional, un permiso abierto para que en cada uno de los desplazamientos a la isla del expresidente se pudiera instalar la caseta sin tener que volver a empezar de cero.





