
Martínez Pillet comenzó repasando la brillante trayectoria de la institución científica tras su nacimiento en 1985. “La describiría como una historia de éxito, ahora la presencia es internacional, con interés de todo el mundo de utilizar los observatorios canarios, y poner aquí los telescopios. Hemos crecido de unos cien trabajadores cuando éramos un centro universitario a los más de quinientos actuales, con sedes en las islas, los dos observatorios… Pero sobre todo somos un referente mundial. Los tres lugares donde se hace astrofísica en el mundo son Hawaii, Chile y Canarias”. Además, aseguró que en este tiempo los observatorios de Canarias han formado parte de importantes descubrimientos que explican mejor el universo. “En 1985 no sabíamos siquiera aún que habían planetas alrededor de otras estrellas. Solo conocíamos el sistema solar. Ahora sabemos que allá donde miramos, si tenemos la suficiente capacidad de detectar la luz correctamente, los detectamos. Y ahora sabemos que prácticamente todas las estrellas tienen planetas. Eso se ha conocido, en gran parte, en los observatorios canarios”, aseguró.
La magnitud científica del IAC ha quedado sobradamente probada con sus hitos de investigación a lo largo de estas cuatro décadas y refrendada por el apoyo institucional, social y universitario, pero quizá una de las mejores pruebas que lo respaldan estos días ha sido el reciente anuncio del Ministerio de Ciencia estatal de apoyar con una inversión de 400 millones de euros la posible implantación del Telescopio de Más de Treinta Metros (TMT) en La Palma, toda vez que la financiación pública norteamericana ha sido descartada para su principal candidatura de emplazamiento, la isla hawaiana de Mauna Kea. “Eso, siendo negativo para la astrofísica, se ha convertido en una oportunidad para que La Palma, el IAC, Canarias y España realicen una apuesta”, explicó. “La ministra Diana Morant anunció que estaría dispuesta a dotar la oportunidad con 400 millones de euros. Es una apuesta seria, sólida, que puede ayudar a traer el telescopio”. No obstante, y pese a mostrarse muy agradecido por la iniciativa, aclaró que “estos telescopios cuestan mucho dinero, su coste total son 3.000 millones, ya hay una parte comprometida y de lo que falta ya España ha dicho que pondría esos 400”.
El mayor obstáculo ahora será “hablar con la fundación que gestiona el TMT, explicarles cómo se podría gestionar la financiación en España porque queremos que sea la industria y sociedad palmera y española la que obtenga los beneficios con su fabricación civil”. “Aún nos quedan unos cuantos meses de negociaciones para analizar detalles y ver su finalmente hay una viabilidad. Queda mucho trabajo”, concluyó.