Una grabación pone en el punto de mira al exconcejal de Arona Félix Sierra
Tenerife
29 mar. 2016

Una extorsión para financiar al PP a cambio de levantar un precinto

"Hay que contribuir, fue así como me lo pidió". Son las palabras de Manuel Bernardo Castro Goya, un carpintero que construyó dos salones sin licencia en un suelo rústico de Buzanada, en el municipio de Arona, y que fueron precintados en 2004 por el Ayuntamiento tinerfeño. Según consta en una grabación, que fue reproducida en la mañana de este martes durante la vigésimo segunda sesión del juicio, el exconcejal Félix Sierra le habría pedido 6.000 euros para financiar al PP a cambio de levantar la sanción.

La confesión de Bernardo Castro fue grabada en diciembre de 2009 por dos de los denunciantes del caso, los promotores José Ramón Ansorena y José Tavío. Una versión de la que se desdijo el vecino presuntamente extorsionado cuando declaró ante el juez instructor en 2010 y, ya durante el juicio, el pasado 3 de febrero en la Audiencia Provincial. "Nunca le he contado a nadie que Félix Sierra o un intermediario me hayan pedido 6.000 euros para financiar al partido", aseguró en ambas ocasiones.

El sonido de la cinta no dice lo mismo. Tal y como se puso de manifiesto este martes durante la audición, Manuel Bernardo Castro, más conocido como Manolo, mantuvo un encuentro con Ansorena y Tavío en el que hablaron largo y tendido de la presunta extorsión. "En principio me pidieron 2.000 [euros]... Hay que contribuir, fue así como me lo pidió", aseguró el carpintero cuando José Tavío, con el que ya había hablado del supuesto soborno con anterioridad, le preguntó "¿cuánto te sacó Félix?". La conversación, según sus declaraciones judiciales, no sabía que iba a ser grabada.

Cuando los denunciantes le insistieron en la cantidad, Castro admitió que en realidad le solicitaron "seis, seis, para la contribución del partido", a lo que añadió que "en Granadilla pasa lo mismo". El vecino también reconoció que finalmente pagó "mil y mil", pero no a Félix Sierra directamente porque "ya se había ido", sino a un "intermediario", ya que el exconcejal del PP "no daba la cara"; aunque admitió que el dinero se lo pidió directamente el acusado, con el que se reunió y al que incluso fue a buscar a Los Cristianos. 

Tras pagar supuestamente los 2.000 euros, no aguardó a que le levantaran el precinto y directamente lo quitó por su cuenta propia. "Yo ni esperé, yo tranqué el fin de semana (...) Ya estaba cabreado como un mono, me hicieron de todo, chico", aseveró en la conversación grabada por José Ramón Ansorena. 

En un momento del diálogo, Tavío le recordó que se enteró de la presunta extorsión porque de forma fortuita se encontraron en el Ayuntamiento y le confesó que le habían pedido dinero. "¿Te acuerdas?", le preguntó el denunciante durante la charla grabada. "Sí, sí, así fue; yo iba como loco a ver a quién untarle el beso, ¿sabes? Iba ahí y preguntaba a todo dios", contestó Bernardo Castro.  

 

Contradicciones 

Las declaraciones judiciales del presunto extorsionado no tienen nada que ver con lo que se escucha en la cinta. Como si de dos realidades paralelas se tratara, y pese a que ya era conocedor de que existía una grabación, Castro lo negó todo. En 2010, ante el juez instructor, al igual que hizo el pasado 3 de febrero, el carpintero reconoció que había construido sin licencia en un suelo rústico, pero no confirmó ni una de las acusaciones que manifestó en la conversación con los denunciantes.

"Nunca le conté a Tavío que me hubiesen pedido dinero para el partido a cambio de quitar el precinto; lo que le conté es que pagaría una multa al Ayuntamiento tras prescribir la infracción", relató ante el juez Nelson Díaz. Llama la atención que en su testimonio también reconoció que a los dos años "quitó el precinto y siguió construyendo", un hecho por el que no volvió a ser sancionado por el Ayuntamiento. Un pasividad significativa por parte del Consistorio si se tiene en cuenta que durante la conversación grabada insistió en que "la Policía siempre estaba al segundo allí, hasta los fines de semana". A esto se suma que, como el propio Castro admitió, tenía una vecina que no paraba de denunciarle porque su obra "le quitaba las vistas al mar". La Fiscalía y la acusación particular vinculan que Urbanismo hiciera la vista gorda con el presunto pago de la extorsión.

En su declaración también desmintió que la expresión "untar el beso" se refiera a "pagar por cuestiones ilegales", y que Tavío "nunca le contó que Eliseo de la Rosa [exarquitecto municipal] le hubiera pedido dinero". En la grabación se escucha con claridad cómo el denunciante le relató que el técnico de Arona le solicitó "400.000 o 500.000 pesetas para un detallito con su mujer". Tanto en la declaración ante el juez Nelson como en la Audiencia Provincial, Castro tildó a José Tavío de "trifulquero".

Félix Sierra no era el edil de Urbanismo en el momento del precinto de la obra del carpintero, aunque había ocupado el cargo durante los cuatro años anteriores. Pese a que había perdido peso en el Gobierno municipal, el por entonces también consejero del Cabildo mantuvo su acta de concejal y participó en la toma de decisiones importantes, como demuestra el hecho de que entre 2003 y 2007 continuó como miembro de la Junta de Gobierno local donde, entre otras competencias, se aprobaron las más de 200 licencias urbanísticas ilegales investigadas. 

El juicio del caso Arona se reanudará el próximo 4 de abril, con la primera jornada dedicada a las conclusiones de las partes, que continuarán el día 6. Aunque en la sesión del pasado lunes se acordó adelantar el calendario, finalmente la Fiscalía planteó en la mañana de este martes que se mantuvieran las fechas fijadas inicialmente, un planteamiento que recibió el visto bueno de todas las partes.