
Dos de las jugadoras que componían el cuarteto histórico de la selección española que obtuvo la medalla de plata en la disciplina de baloncesto 3×3 en París 2024, Sandra Ygueravide y Juana Camilión, visitaron el plató de ‘Canarias 8’ para rememorar la gesta deportiva que sacudió el mundo del deporte internacional el pasado verano y reconocer que la medalla de plata “nos supo a oro”.
En aquella final en París 2024, la selección española conformada por Vega Gimeno, Gracia Alonso de Armiño y las propias Sandra Ygueravide y Juana Camilión se enfrentaron a Alemania por una medalla de oro que se escapó por muy poco, pues las españolas iban por detrás en el marcador al terminar el tiempo reglamentario. Pese a la decepción lógica de la derrota, Ygueravide y Camilión reconocieron que “a nosotras nos supo a oro. Cuando llegas a la final siempre quieres el oro y cuando ves el partido repetido te das cuenta de que nos quedamos ‘justitas’, pero no la consideramos una final perdida, sino una plata ganada”, explicó Ygueravide. De hecho, Camilión aún recuerda una desafortunada acción del partido “en la que el balón me bota en el pie y la pierdo. Fue un momento decisivo e importante para ponernos por delante. En todo el verano no me había botado una pelota en el pie y me tuvo que pasar ahí… Desde entonces pienso que el destino quiso que ellas tuvieran el oro y nosotros la plata. Pero queda mejor decir que tienes una plata que un bronce, así que nos sabe muy bien”, reflexionó.
Ambas jugadoras internacionales se encuentran presentes en Canarias estos días con motivo de la celebración del Clínic de Baloncesto 3×3 que organiza la Federación Tinerfeña de Baloncesto en Santa Cruz de Tenerife, por lo que aprovecharon para detallar los secretos de los ejercicios de formación que realizan estos días en su participación junto a jóvenes promesas de las islas del mundo de la canasta.
Sobre todo, en cuanto a la dificultad de su adaptación de las dinámicas deportivas en el paso del 5×5 al 3×3, su disciplina. “Van cogiendo las cosas bastante rápido. Al principio siempre cuesta cambiar el chip del paso del 5×5 al 3×3 pero conforme van pasando los días vamos viendo que se quedan con cositas”, explicó Ygueravide. “En el campus tienen cinco estaciones de trabajo, de ellas tres más de tecnificación pura: jugadas, finalización, etc. Pero las otras dos son más de jugar a esta disciplina, de emparejamientos 2×2 y 3×3 y aprender lecturas, comunicarse, entenderse… Ahí es donde nosotras podemos ayudarles de verdad”, añadió Camilión.
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