La Guardia Civil y el Cabildo de Gran Canaria han intensificado la vigilancia en la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, donde cada día entre 150 y 300 personas acceden de forma indebida a zonas restringidas, fuera de los senderos habilitados.
El mayor número de visitantes se concentra al atardecer, cuando pueden reunirse hasta 500 personas en la arena, ocasionando daños en la flora autóctona y alterando la fauna del entorno.
Pese a la señalización, las cuerdas de delimitación y las zonas habilitadas para la observación, muchos turistas ignoran las normas para conseguir fotografías del paisaje. Para frenar esta presión, el Seprona y los agentes de Medioambiente del Cabildo intensificarán los controles, reforzando además la sensibilización ambiental.
Entre las medidas adoptadas se encuentran la instalación de sensores para monitorizar la afluencia, nueva señalización digital con códigos QR, pantallas informativas en puntos estratégicos y un mayor control ambiental de la laguna.
La Guardia Civil ha recordado que el acceso a zonas restringidas está prohibido y que las infracciones pueden derivar en sanciones económicas a partir de 150 euros, en aplicación de la Ley de Suelo y Espacios Naturales Protegidos de Canarias.
Tanto la Guardia Civil como el Cabildo insisten en que la conservación de este espacio único requiere de la responsabilidad de todos, respetando las normas y utilizando adecuadamente las áreas habilitadas, para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de las Dunas de Maspalomas como patrimonio natural y cultural de Canarias.




