Los puñetazos, patadas y golpes se han vuelto habituales en las guaguas de Tenerife
Los conductores del servicio de guaguas en Tenerife exigen soluciones inmediatas ante el incremento de agresiones y situaciones conflictivas que enfrentan durante su trabajo. Según afirman, las agresiones físicas y verbales se han vuelto casi cotidianas en determinadas rutas, lo que ha llevado a los trabajadores, a través de Intersindical Canaria (IC), a pedir que se les otorgue la categoría de "autoridad", con el fin de facilitar la intervención policial en caso de incidentes.
Los representantes sindicales destacan que la principal solicitud de los empleados es una evaluación de los riesgos psicosociales que enfrentan los conductores. Esto incluye un análisis profundo de las condiciones laborales que pueden afectar tanto la salud mental como física de los trabajadores, con el objetivo de prevenir problemas mayores y mejorar el ambiente de trabajo.
Desde IC insisten en la necesidad de que la empresa, junto con el Cabildo de Tenerife, realice los estudios necesarios para identificar y aplicar medidas correctivas. La falta de acción, explican, deja a los conductores en una situación de vulnerabilidad frente a las crecientes tensiones y agresiones que experimentan.
Uno de los cambios más urgentes, según los trabajadores, es la actualización del Reglamento de Viajeros, que permitiría sancionar de manera efectiva a quienes generan situaciones violentas dentro de las guaguas. En el borrador actual, tanto los inspectores como los conductores tendrían la misma autoridad que hoy tienen los inspectores del tranvía.
Los sindicalistas recalcan la importancia de esta medida, argumentando que la respuesta policial sería mucho más rápida si los conductores fueran considerados autoridades. Además de las agresiones físicas, los conductores también enfrentan el impacto de las redes sociales, que según los sindicalistas, han intensifica las tensiones.
El aumento del número de pasajeros también ha jugado un papel clave en este panorama. Entre enero y agosto de 2024, el número de usuarios del transporte público en Tenerife creció un 21,35 %, lo que equivale a más de 9.5 millones de pasajeros adicionales. Este incremento, atribuido en parte a la gratuidad del servicio, ha generado una sobrecarga de trabajo que aumenta aún más los riesgos psicosociales.
Los trabajadores relatan incidentes que reflejan la gravedad de la situación, como el vaciado de extintores dentro de las guaguas, incluso en marcha. Desde el sindicato aseguran que el aumento de la violencia coincide con la entrada en vigor de la gratuidad del servicio.
Aunque estos problemas se registran en toda la isla, los puntos más conflictivos son la zona Sur, desde San Isidro hasta los principales núcleos turísticos, y el suroeste de Santa Cruz de Tenerife. Desde Intersindical Canaria advierten que la falta de previsión en la aplicación de la gratuidad del transporte ha contribuido a esta situación, al no haber suficientes recursos humanos ni materiales para gestionar la creciente demanda.