La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias asegura que la situación ha empeorado desde 2016
Canarias
16 abr. 2018

Los pacientes de La Laguna esperan tres años por una cita de Neurocirugía

Las listas de espera para algunas especialidades médicas en el Centro Ambulatorio de Especialidades Médicas (CAE) de San Benito (La Laguna) y en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) superan el año de tiempo de demora para las citas, según la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (APSPC), que añade que la mayor demora de las citas se producen en las especialidades de Neurocirugía, Oftalmología, Dermatología, Cirugía Vascular y Otorrinolaringología. De hecho, la APSPC recuerda que en noviembre  de 2016 la espera para Neurocirugía era de un poco más de 2 años y actualmente la cita para ver a un paciente en las consultas de Neurocirugía del Hospital Universitario de Canarias (HU) es para marzo-abril del año 2021, es decir 3 años de espera.

La especialidad de Cirugía Vascular en el mismo centro tiene una demora de casi 1 año y se están dando citas para febrero de 2019. En ambas especialidades no hay distinción entre cita ordinaria o preferente, y la consulta urgente tampoco existe, es decir, pasa ineludiblemente por el envío del paciente a las “atestadas” urgencias del HUC y así se contribuye a “colapsar las urgencias hospitalarias.

El comunicado recuerda que el CAE de La Laguna es el centro de referencia para la mayor parte de las especialidades médicas para los usuarios de los municipios de La Laguna, Tegueste, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza y parte del municipio de El Rosario, pero una pequeña parte de las especialidades médicas no se encuentran en dicho CAE y los pacientes son valorados en las consultas externas del propio HUC.

Añade que en el CAE de San Benito en La Laguna las especialidades con mayor demora son las citas son Oftalmología, Dermatología y Otorrinolaringología (ORL). En el caso de Oftalmología, las citas para que los pacientes sean valorados se están dando para mayo de 2019. Lo mismo ocurre con la especialidad de Dermatología, cuyas citas superan con holgura el año, dándose con 15 meses de demora, es decir, para mayo-junio de 2019.

Para la especialidad de ORL se están dando citas para casi un año después, en torno a febrero de 2019. Para otras especialidades, como es el caso de Traumatología, se están dando citas para enero de 2019; y la especialidad de Neumología ronda el año de lista de espera. Esto se debe a que el área norte de Tenerife, con una población similar, tiene la mitad de neumólogos que el área sur.

Demora en las pruebas

La APSPC también denuncia que “hay una demora criminal en algunas pruebas complementarias” y llama la atención en las las pruebas complementarias solicitadas y realizadas por la especialidad de Cardiología. “Las ergometrías o  pruebas de esfuerzo, los ecocardiogramas y los Holter rondan siempre el año de demora”, afirma. Añade que otras pruebas complementarias con una indecente lista de espera son todas las relacionadas con Neurofisiología, poniendo como ejemplo los electromiogramas, cuya cita actualmente es para octubre de 2019.

Sin embargo, considera que la implantación del nuevo modelo de interconsulta virtual desde Atención Primaria con algunas especialidades médicas está funcionado razonablemente bien en algunas especialidades en las que se ha implantado, en lo que respecta al CAE de La Laguna y el HUC. Es el caso de la especialidad de Ginecología y Obstetricia, o el caso de las especialidades de Nefrología, Reumatología y Endocrinología, pero “no están al mismo nivel las especialidades de Digestivo y de Neurología”.

Respecto a Cardiología y de Urología, afirma que, con la llegada de la consultas virtuales, “en ningún modo se ha mejorado la atención al paciente ni se ha acortado el tiempo de demora en las citas”, porque las interconsultas virtuales en las especialidades mencionadas tienen en algunos casos varias semanas de retraso en su respuesta, y en la mayoría de las ocasiones se limitan exclusivamente a dar la fecha de la cita que habitualmente es para varios meses vista.

 Una vez más, la asociación asegura que esta situación  ha llevado muchos pacientes  acudir a la medicina privada o a las urgencias del HUC.  Un caso parecido ocurre con la especialidad de Alergología para la que igualmente la cita está en torno a un año.

En definitiva, la APSPC asegura que hay un oscurantismo manifiesto en cuanto a los tiempos de demora, reclama que estos sean públicos y expresa su temor de que “se puedan realizar acciones de maquillaje en la lista de espera para la atención especializada”

Para la Asociación, “una forma de hacerlo es abriendo una nueva agenda para una determinada especialidad, una especialidad que semanas antes tenía más de un año de lista de espera comienza a dar citas para pocas semanas o meses, pero en cambio el usuario al que se le ha dado cita semanas atrás seguirá esperando una año”.

El comunicado añade que otra forma de maquillar estas listas de espera para las especialidades médicas es el cierre temporal de las agendas. “Un médico de familia remite a un paciente a una determinada especialidad y en administración se le dice que la agenda de esa especialidad en concreto esa cerrada. No se le puede dar cita pero se le invita a seguir viniendo por el centro de salud con asiduidad, en previsión de que estas agendas se abran y así poderle dar una fecha para su cita”, detalla.

La APDSC afirma que los pacientes son los principales perjudicados, “pero también se ven perjudicados los médicos de familia, que se las ven y se las desean para que un paciente pueda ser valorado a nivel especializado” y alerta de que “es evidente que mientras las listas de espera de las especialidades médicas tengan la infame demora que tienen actualmente, las consultas de especialidades en el ámbito privado seguirán teniendo muchos beneficios”.

En este sentido, añade que es muy frecuente que los médicos especialistas que terminan viendo a los pacientes en el ámbito privado sean los mismos que trabajan vinculados al SCS,  por lo que aboga la exigencia de que la dedicación exclusiva sea obligatoria e incompatible.