El juicio por la tercera pieza separada del Caso Arona arranca el 2 de noviembre
Tenerife
07 oct. 2016

Los favores de Berto 'el conseguidor'

En el año 2008, la crisis económica comenzaba a dejarse sentir en el mercado laboral de Canarias. Las listas de empleo empezaron a ser más consultadas que la relación de éxitos musicales. Muchas personas se acostumbraron a no salir a la calle sin un currículum debajo del brazo. Cualquiera podía ser el próximo en acabar en en la cola del paro. El miedo se instaló en la clase trabajadora, aunque no en toda, porque siempre hay excepciones. En Tenerife, en el municipio de Arona, un grupo de privilegiados sobrevivió al temporal financiero debajo del inmenso paraguas que desplegó el entonces alcalde, José Alberto González Reverón, que resolvía los problemas de sus afines a golpe de teléfono.

El próximo 2 de noviembre, Berto el conseguidor, como llegó a ser conocido el político de Coalición Canaria (CC), se sentará por cuarta vez en el banquillo de los acusados. El exalcalde ya ha sido condenado en dos ocasiones por prevaricación y está a la espera de la sentencia de la causa principal, vinculada con aquella época en la que las licencias urbanísticas ilegales salían como churros del Ayuntamiento tinerfeño. La Fiscalía pide para el que fuera regidor nacionalista dos años de cárcel y 15 años de inhabilitación por delitos de prevaricación, tráfico de influencias continuado y coacciones. Junto a González Reverón se sentará en el banquillo la funcionaria Hortensia García, que en el año 2008 ocupaba el cargo de subinspectora de la Polícia Local, para quien el Ministerio Público solicita 8 años de inhabilitación.

Esta vez, la Audiencia Provincial no juzgará las políticas urbanísticas de González Reverón y sus compañeros del Gobierno local; aunque fue esa investigación, y los pinchazos telefónicos que ordenó el juez Nelson Díaz, lo que permitió descubrir cómo la Alcaldía se convirtió en una oficina de empleo para algunas personas que disfrutaban de su protección.

El exalcalde pasaba su jornada laboral pegado a su dispositivo móvil. Eran muchas las personas que llamaban a su teléfono para obtener algún favor: desde el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, o varios consejeros del Cabildo, como José Manuel Bermúdez y José Luis Delgado, hasta vecinos humildes que contactaban con el regidor movidos por la ilusión que despertaba ese político que respondía directamente a las llamadas y convertía cualquier problema en una solución.

El trato cercano y resolutivo de González Reverón le granjeo muchas simpatías en Arona, pero sobre todo votos, más de los que nunca había conseguido CC en un municipio. Una actitud tan carismática como presuntamente delictiva. Un alcalde está para ayudar a sus vecinos, lo que deja de ser efectivo, y legal, cuando se beneficia a unos ciudadanos por encima de otros.

 

Policía Local

No ha habido una oposición tan conocida en Tenerife como la que en 2007 convocó el Ayuntamiento de Arona para cubrir 10 plazas de en la Policía Local. Fue esa prueba la que despertó el interés del entonces presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, hasta el punto de llegar a telefonear a González Reverón para recomendarle a una de sus sobrinas, que entonces era una de los 190 aspirantes que acudieron a la convocatoria. La joven no pasó la prueba y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) descartó en su día la posibilidad de investigar al político nacionalista por tráfico de influencias. 

Mucho mejor le fue a otro de los voluntariosos candidatos a ocupar una de las plazas vacantes en la Policía Local, el entonces funcionario interino Nicanor Valentín Díaz. Bendecido por la gracia de González Reverón, el opositor llegó a la última de las pruebas, consistente en un examen voluntario de inglés, en el puesto número 13 de una lista en la que sólo quedaban 26 candidatos.

Antes, el exalcalde se había encargado de que se modificaran las bases para colocar de presidenta del Tribunal a la subinspectora de la Policía Local, Hortensia García. Fue a la también acusada a quien llamó, como consta en los pinchazos telefónicos, para comunicarle su decisión de que Nicanor Valentín Díaz fuese uno de los seleccionados.

La subinspectora de la Policía Local acató las ordenes del exalcalde y se puso en contacto con la profesora de inglés encargada de corregir la prueba, a la que convenció para que subiera un punto la puntuación del protegido por González Reverón. Con la nueva nota, Nicanor Valentín Díaz logró la última posición en la lista de admitidos, solo unas décimas por encima del opositor que ocupó la plaza undécima, que el 19 de septiembre de 2008 vio como sus diez compañeros de oposición tomaban posesión de su nuevo cargo.

 

Cámara de Comercio

Otro de los afortunados que se cobijaron bajo la sombra de González Reverón fue Carlos Enrique Morales, que en abril de 2008 aspiraba a lograr una plaza de técnico que se ofertaba para la subdelegación en el sur de la Isla de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. 

El exalcalde vio en este candidato a técnico un filón político. Según la Fiscalía, intentó favorecer su entrada en la institución a cambio de que se afiliase a Coalición Canaria. Para ello, Reverón contactó en varias ocasiones con el entonces director general de la Cámara, Vicente Dorta, ahora consejero delegado de Turismo en el Cabildo de Tenerife, para facilitarle el nombre de su favorito en la selección. 

Carlos Enrique Morales se presentó a la prueba final, a la que también llegó otra candidata, y obtuvo la plaza después de obtener la puntuación más alta en el informe de valoración que realizó la empresa Enred Consultores. Poco después, se afilió a Coalición Canaria. 

 

Basuras

Si en el Ayuntamiento de Arona existían unas concesionarias sobre las que González Reverón desplegaba toda su influencia, esas eran las empresas encargadas del servicio de limpieza y recogida de residuos: Camilo Álvarez y Clusa. Tal y como consta en el sumario, fueron muchas las ocasiones en las que el exalcalde contactó con el jefe de servicio encargado de las adjudicatarias, Ángel Artillos, a quien llamaba para imponer o recomendar la contratación de diferentes personas.

La Fiscalía ha identificado hasta cinco trabajadores que fueron incorporados a las concesionarias gracias a las gestiones de Reverón, entre los que figura el hijo de Alfonso Barroso, exconcejal de Coalición Canaria en el municipio sureño. El regidor amenazaba con dejar a las empresas sin el contrato a través de un "decretazo". 

 

Guardería

Las redes de González Reverón también llegaban hasta la escuela de educación infantil del municipio. Con la intención de favorecer a un amigo de su hijo, intercedió para obtener una plaza en la guardería para una de sus hijas, para lo que contactó con una trabajadora social que era miembro de la comisión de valoración y con la directora del centro. 

A pesar de las pocas plazas existentes, de no cumplir algunos de los requisitos exigidos y de no presentar toda la documentación necesaria, la madre de la menor fue premiada con una con una silla para su hija en la guardería.

 

Multas

González Reverón desplegó su capacidad para conseguir favores en todos los ámbitos. Tan pronto amañaba una oposición de la Policía Local como intermediaba para quitar multas a vecinos del municipio. Es el caso de José Ramón García, que en el año 2008 acumulaba un total de 22 infracciones sin pagar en Arona. 

En esta ocasión, los escasos conocimientos de Reverón sobre el trámite administrativo que han de seguir las multas se convirtieron en un hándicap, aunque no insalvable. Lo primero que hizo el exalcalde fue llamar a la oficina de recaudación del Ayuntamiento para enterarse de cómo se podía evitar el pago de las infracciones de tráfico.

El exalcalde se encontró con que para quitar las multas necesitaba que la sanción prescribiera o que el agente que puso la denuncia se retractase ante un recurso de revisión. Así las cosas, Reverón contactó con el agente de la Policía que había tenido la osadía de multar a su protegido en cuatro de los expedientes pendientes de pago. 

El policía aceptó, aunque dejó claro que lo único que pretendía era "que se corrigiera la conducta del infractor". Cuatro multas menos, a las que se suman otras siete que prescribieron. El resto fueron abonadas por el vecino en la vía ejecutiva, según demostró durante la investigación del caso.

 

Vivienda ilegal

No podían faltar en el abanico de favores de González Reverón presuntas ilegalidades relacionadas con el urbanismo. Manuel Reverón, pariente del exalcalde y exconcejal de Seguridad Ciudadana de Arona, construyó en el año 2001 una vivienda sin licencia en un suelo rústico donde era incompatible el uso residencial. 

Un año después de las obras, en noviembre de 2002, Manuel Reverón solicitó la licencia municipal para la legalización de la vivienda, para lo que se escudó en el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) que se encontraba en tramitación y que, por tanto, aún no estaba en vigor. El permiso no solo no se concedió, sino que la Agencia de Protección del Medio Ambiente sancionó al político de CC con una multa de 150.000 euros y la demolición de la edificación.

Manuel Reverón hizo caso omiso, mientras su primo, el exalcalde, movía cielo y tierra para legalizar la construcción a través del Plan Territorial del Plan Parcial de Cabo Blanco-Buzanada. En 2008, el regidor llamó en reiteradas ocasiones a la entonces consejera del Cabildo Pino de León antes de que se produjera la aprobación provisional del documento, con el objeto de que dejara la vivienda fuera del ámbito de protección que se establecía en ese ámbito. 

González Reverón llegó incluso, en junio de 2008, a acudir personalmente al despacho de la consejera, a la que entregó en mano un sobre con las alegaciones de su primo Manuel Reverón. Pese a sus esfuerzos, no está acreditado que Pino de León accediera a sus constantes peticiones.  

Durante los días 2, 3 y 4 de noviembre, González Reverón volverá a sentarse en el banquillo de los acusados por cuarta vez en la tercera pieza separada del Caso Arona. Para esa fecha es muy probable que ya se conozca la sentencia de la causa principal, que se juzgó a lo largo de los primeros meses de 2016. Entonces se sabrá si el exalcalde llega al juicio por los constantes favores que realizó en el año 2008 con una nueva condena en su currículum.