Un perito afirma que se podían construir nueve hoteles y dos centros comerciales
Canarias
26 oct. 2016

Las Teresitas (XX): De Cadaqués a Mónaco, pasando por San Andrés

Cadaqués es el pueblo más oriental de España. Con unos vínculos inseparables con el mar que le rodea, su origen pesquero recuerda mucho a San Andrés, aunque su desarrrollo urbanístico nada tiene que ver. Desde allí, un viaje en coche hasta Mónaco dura cerca de seis horas. La idiosincrasia del Principado, donde prima el lujo a las tradiciones, poco se parece con la cultura histórica de la localidad gironesa ni con la del barrio ubicado en las faldas de Anaga, pero los tres comparten un nexo común que este miércoles, durante la vigésima sesión del juicio de Las Teresitas, explicó el perito de las defensas Javier Domínguez Anadón.

El arquitecto de cabecera de los empresarios desplegó, un día más, todos sus conocimientos para convencer al Tribunal de que Antonio Plasencia e Ignacio González tenían en el frente de playa un negocio boyante, al que renunciaron por el bien de la capital tinerfeña como buenos samaritanos. Anadón echó mano de nuevo del proyector oficial que hay en la sala para mostrar, en un lenguaje adaptado al resto de los mortales, el supuesto pelotazo que tenían los dueños de los terrenos en el frente de Las Teresitas sin necesidad de vender. Para ello, puso como ejemplo las construcciones que, a pie de playa, se han levantado en parajes alejados de las aguas atlánticas como Mónaco o Cadaqués.

Según el relato del perito, en las once parcelas del frente de playa cabían un total de nueve hoteles, de seis plantas de altura, y dos centros comerciales. Anadón insistió en que todo el aprovechamiento era materializable y restó importancia al desnivel de la ladera, en contra de lo que sostienen los peritos judiciales. Para el arquitecto, el 85% de la edificabilidad se podía concentrar en un primer sector que no se vería afectado por el acantilado, gracias a una operación de ingeniería que permitiría construir en una superficie llana de 25 metros lineales. La aritmética del arquitecto no convenció a la fiscal María Farnés Martínez, que no pudo plantear sus dudas porque la exposición del técnico surgió a raíz de las preguntas del abogado de Inversiones Las Teresitas, Ángel Luis Guimerá Ravina, con el que mantiene una más que cordial sintonía. 

La tesis de Anadón, que dibuja a unos empresarios caritativos que renunciaron al negocio del siglo, fue reforzada por otro de los peritos de las defensas, Joaquín Jalvo. El arquitecto, que trabajó durante 12 años en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y siempre saca a relucir su experiencia con infraestructuras turísticas, recordó que, en su opinión, los empresarios solo necesitaban una licencia de obras, que podían pedir al día siguiente, para empezar a construir. 

En la misma onda se mueve el arquitecto Gerardo Roger, que junto a Jalvo cayó en una de las trampas que la Fiscalía preparó mientras esperaba su turno. Este miércoles se dio la primera vuelta a la rueda de interrogatorios a los peritos, lo que permitió que el turno regresase a la representante de la acusación pública. Así comenzaron las preguntas relacionadas con las valoraciones, que se prolongarán el resto de la semana. 

 

De web en web

María Farnés Martínez quiso saber el método que habían empleado tanto Jalvo como Roger para obtener el precio de mercado con el que alcanzaron el valor estimativo de cada hotel que contemplan en el frente de playa. Ambos reconocieron que, al no haber aprovechamientos lucrativos similares en la zona, tomaron como baremo cifras vinculadas con viviendas en venta. Para ello recurrieron a web como Fotocasa o Idealista, algo que despertó una pícara sonrisa en la cara de la fiscal, de donde tomaron las cuantías de inmuebles que se ofertaban en el momento en el que elaboraron sus informes, lo que arrojó un resultado de unos 1.200 euros por metro cuadrado.

La fiscal intentó ridiculizar a los peritos por la metodología empleada, lo que provocó un intenso enfrentamiento, especialmente con Roger, que obligó al presidente del Tribunal, Joaquín Astor Landete, a tomar cartas en el asunto para rebajar el tono empleado por el perito en sus respuestas. Farnés Martínez también cuestionó a Jalvo por recurrir, mayoritariamente, a viviendas ubicadas en el barrio de María Jiménez, a varios kilómetros de la principal playa capitalina. Pero la representante del Ministerio Público todavía se guardaba un nuevo as debajo de la manga.

Cuando acabó con Roger y Jalvo, la fiscal pasó el micrófono, que amablemente acercan a los peritos los dos auxiliares judiciales de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, al arquitecto Jordi Duatis. Aunque el técnico también se sienta delante del Tribunal a petición de las defensas, lo cierto es que su actitud dista mucho de la pasión con la que defienden sus colegas los intereses de los empresarios.

Duatis explicó que, en su caso, calculó el valor con la referencia de otros hoteles ubicados en zonas costeras. Una respuesta que ya conocía de antemano María Farnés Martínez, que preguntó entonces al perito por qué su método era distinto al empleado por Roger y Jalvo. "Para mí, así es más fiable", contestó, consciente de que había desacredito a sus colegas de profesión gracias a la habilidad de la fiscal. 

El resto de la sesión solo sirvió para ratificar lo que ya se ha apuntado hasta decir basta en otras jornadas. Los peritos de las defensas mantuvieron sus tesis, que insisten en lo beneficiosa que fue la operación para el Ayuntamiento; mientras que los expertos judiciales ratificaron su informe, que divide por tres el precio que pagó el Consistorio por las once parcelas del frente de playa.

La que no habló fue Pía Oramas, lo que ya de por sí es noticia. No deja de ser significativo que algunos de los abogados de los acusados hayan preferido evitar el enfrentamiento con la exarquitecta municipal. De la perito huyó, por ejemplo, el propio Guimerá Ravina, que la mencionó en varias ocasiones en sus preguntas a los arquitectos citados por las defensas pero que eludió la posibilidad de darle la réplica a la ahora técnico del Cabildo. Dice la sabiduría popular que el diablo conoce más por viejo que por diablo, y el letrado de Inversiones Las Teresitas ya tuvo bastante con las duras respuestas de Oramas durante la vista por la causa civil

El juicio de Las Teresitas pondrá este jueves la marcha más rápida para intentar recuperar el retraso acumulado. Landete quiere acabar esta semana con las preguntas a los peritos, que ya llevan seis sesiones sentados en la sala, por lo que no cogió por sorpresa que el presidente del Tribunal advirtiera a los presentes para que "se fueran preparando" ante la más que probable posibilidad de que la jornada se prolongue hasta bien entrada la tarde. Sin hora para el toque de queda, lo único seguro es que la vista arrancará, como siempre, a las 9.45 horas.