Traiciones, insultos y castigos divinos en la moción de censura de La Victoria
Tenerife
12 feb. 2016

La última cena de Fermín Correa

Cuentan los apóstoles que Jesucristo, cuando se encontraban reunidos alrededor de la mesa durante su última cena juntos, les dijo: "Uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar". Identificado con la historia del Iscariote, Fermín Correa llegó en la mañana de hoy al salón de plenos dispuesto a descargar toda su ira. El ya exalcalde de La Victoria de Acentejo, tras prosperar la moción de censura que devuelve el bastón de mando a Haroldo Martín (CC), se despidió de su cargo con duros ataques a su excompañero de partido, el único concejal que mantiene el PP en el municipio tinerfeño, Leopoldo García.

Leo, como es más conocido el joven edil, es el Judas de Correa. A pesar de que, como el exalcalde, firmó en junio un pacto con el PSOE en contra del criterio de su formación política, partidaria de reeditar el acuerdo con CC, García sigue en las filas del PP al esquivar el expediente de expulsión que se ha llevado por delante al candidato de la formación de la gaviota en las pasadas elecciones. Sin él no hubiera habido moción de censura. Hoy, antes de que pronunciase su voto, Fermín Correa se encargó de recordarle su "traición".

"Tú, que comías de los platos de mi casa, eres un traidor", gritó puesto en pie  el que hasta hace unas semanas era el jefe de filas del PP en La Victoria. "Lo vas a pagar, Dios te va a castigar", continuó Correa, mientras Leo García tragaba nudos sentado al lado de su nuevo compañero de pacto. Antes, había asistido también impasible al panorama apocalíptico con el que describió Haroldo Martín la gestión del anterior Gobierno, del que ha formado parte durante los últimos ocho meses. 

Cuando le llegó su turno, Leo García no pudo disimular el nerviosismo que le provocaron las palabras del que durante los últimos años ha sido su compañero. El concejal del PP deja atrás una semana llena de críticas por su  decisión de apoyar la moción de censura, y en la que ha tenido que soportar "amenazas escritas con tinta roja". El edil relató que le han llegado "a desear un cáncer", por lo que pidió "respeto" ante su decisión. "Es como si no reconociera a mi padre", le respondió a Correa con voz entrecortada mientras le aguantaba la mirada. 

García explicó que "nunca" estuvo de acuerdo en gobernar con el PSOE, pero que lo hizo porque es "disciplinado"; el mismo motivo por el que considera que su partido, aunque también le llegó a abrir un expediente, decidió no expulsarle. Después del pleno, durante sus declaraciones a los numerosos medios que se dieron cita en el Ayuntamiento, reconoció que existían "problemas internos" en el pacto con los socialistas, pero que no los hizo públicos porque entraban dentro del "juego político".

Si Judas vendió a Jesús a los sacerdotes, Leo García, según Correa, hizo lo propio al poner su cabeza en bandeja al presidente del PP tinerfeño, Manuel Domínguez. "Usted es la mano que mece la cuna, y ha usado a un traidor", le espetó con claros síntomas de rencor en su rostro acalorado. El alcalde de Los Realejos, sentado en primera fila, mantuvo su pose sin mover ni un solo músculo de su cara. 

El portavoz del PSOE, Juan Antonio García Abreu, que ahora pasa a la oposición tras la moción de censura, fue el único que se refirió a la investigación judicial que tiene en el punto de mira al Ayuntamiento tinerfeño por diversas contrataciones presuntamente ilegales en el mandato anterior. "Volverá el Gobierno de las imputaciones y los robos", en referencia al regreso a la Alcaldía de Haroldo Martín. El concejal socialista obvió que en la causa no solo se investiga al político de Coalición Canaria, sino también al que hasta ahora ha sido su socio en el Consistorio, Fermín Correa. 

García Abreu defendió que el anterior Gobierno les dejó "una deuda de 1,6 millones" con la que han tenido que lidiar en estos meses, y recordó que Haroldo Martín "fue contratado en el Gobierno de Canarias cobrando un sueldo" que, según aseguró, "ahora tendrá que devolver".

 

El bastón vuelve a CC

La felicidad había que buscarla hoy en la bancada de Coalición Canaria. Los concejales nacionalistas pasan ahora del frío de la oposición al calor del Gobierno, después de haber estado incluso congelados cuando conocieron en el primer pleno del mandato que el PP y el PSOE habían firmado "un pacto de escalera", como lo definió durante su discurso Haroldo Martín.

El nuevo alcalde arropó a Leo García con sus palabras, al que describió como "un valiente que ha salvado al pueblo". Con la tranquilidad propia de quien sabe que ha ganado una batalla, Haroldo Martín desacreditó la gestión del Gobierno saliente y expresó sus deseos de "sacar al municipio de su parálisis". 

Sentado ya en su nueva silla, Martín protagonizó un cruce de acusaciones a grito limpio con el exalcalde y los concejales del PSOE. El tono de la disputa rompió cualquier protocolo de respeto institucional cuando Correa llamó "mentiroso, caradura y golfo" al político de CC. Finalmente, reinó la calma y la sesión pudo concluir. 

Cuando el pleno tocó a su fin, Martín se dio un baño de aplausos entre medio centenar de personas que le esperaban en la plaza del Ayuntamiento. Allí, desbordado por la alegría del momento, explicó a los periodistas que aún aguardaban su salida que no le consta que tenga que devolver el dinero que ha cobrado como asesor del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. "A mí no me han dicho nada", aseveró sin borrar su sonrisa de la boca. 

La moción de censura de La Victoria ya es oficial, pero su futuro dependerá de los pronunciamientos judiciales que provoquen los distintos recursos que tanto el PSOE como el propio Fermín Correa han anunciado. El dilema jurídico están en saber si era necesario haber convocado un pleno anterior para dar cuenta de la expulsión del PP del exalcalde y de su tránsito a la figura de concejal no adscrito.

La secretaria municipal avaló la legalidad de la sesión y de la moción de censura, y defendió que existe "jurisprudencia de sobra". Lo único seguro es que, de momento, el bastón de mando ya está en manos de Haroldo Martín. Eso, y que Leo García no volverá a comer en la vajilla de la casa de Fermín Correa.