Los ecologistas de Ben Magec advierten de un "gravísimo" daño a la biodiversidad
Tenerife
23 dic. 2014

La Cotmac aprueba la Declaración de Impacto Ambiental de Fonsalía

El Gobierno regional subió ayer el penúltimo escalón para comenzar a ejecutar uno de sus proyectos más ambiciosos de cara a los próximos años: la construcción del puerto de Fonsalía, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora. La Comisión de Ordenación del Territorio y el Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) aprobó este lunes la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la infraestructura, cuyo coste inicial asciende a 199 millones de euros, con la que el Ejecutivo autonómico pretende desviar el tráfico de pasajeros de la instalación portuaria de Los Cristianos, de titularidad estatal, al nuevo muelle que se ubicará entre los núcleos poblaciones de Alcalá y Playa San Juan, como adelantó ayer el periodista Moisés Grillo en el programa de Mírame Televisión La Tertulia.

El ente público Puertos Canarios supera así el trámite administrativo más complejo y polémico antes del inicio de las obras, a falta ahora de que la Dirección General de Costas dé su visto bueno a la readscripción de los terrenos de dominio público donde se van a acometer los trabajos. La aprobación de la DIA, que llevó a cabo la empresa Evalúa Soluciones Ambientales y que concluye que el impacto es "poco significativo", está condicionada al cumplimiento de un total de 28 condicionantes relacionados con la protección de las especies, la red viaria o el excesivo consumo de territorio. Un trámite que para los ecologistas de Ben Magec es insuficiente, hasta el punto de que en reiteradas ocasiones han manifestado que provocará un "gravísimo daño" a la biodiversidad de la zona.

El proyecto inicial de la instalación portuaria prevé la construcción de cuatro atraques de trasbordo para las líneas marítimas que operen en la futura infraestructura, un amarre para los cruceros, un dique de abrigo de 739 metros de longitud, una dársena pesquera, capacidad para 460 embarcaciones deportivas, un edificio para la estación marítima de 4.000 metros cuadrados y una zona comercial. Todos los atraques contarán con rampas ro-ro para la carga y descarga de vehículos y plataformas, que a su vez dispondrán de dos explanadas con capacidad para 820 turismos o 297 camiones. La zona destinada a las actividades de recreo se ubicará en una isla de servicios, que se unirá con el puerto a través de un puente de una longitud de 122 metros, como se aprecia en el boceto publicado por el ente autonómico en su web oficial (foto superior).    

 

Obligaciones

La DIA establece un total de 28 condicionantes que deberá cumplir Puertos Canarios, obligado también a informar de los pasos más importantes que dé para el cumplimiento de los requisitos fijados. Aunque se descarta que la instalación esté incluida dentro del área de la Red Natura 2000, y ante la necesidad de realizar estudios adicionales, la Declaración advierte de que se aplicará la Directiva Hábitats si se derivase alguna afección no conocida en la actualidad, como piden los colectivos ecologistas.

El Ayuntamiento de Guía de Isora, a raíz de la tramitación del proyecto, también propone la regeneración de las playas de La Carrera y Los Topos. La DIA considera que, "a fin de  evitar la dispersión de finos durante el aporte de arenas y la inestabilidad de las mismas una vez acondicionadas", se remitan ambos proyectos, con sus informes ambientales correspondientes, a la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias "antes de la finalización de las obras" para su evaluación. También tendrá que dar cuenta Puertos Canarios de la solución viaria que definitivamente se adopte para conectar la infraestructura con la TF-47, especialmente por las discrepancias en este punto con el criterio sostenido hasta ahora por el Cabildo de Tenerife.

La DIA exige también, como condicionante para el inicio de las obras, solucionar el problema de la extracción de áridos mediante la confirmación previa de "los ámbitos extractivos autorizados definitivos para préstamos". No hay que olvidar las irregularidades descubiertas en las obras del puerto de Granadilla, donde durante los primeros años se utilizó piedra obtenida de canteras sin licencia o en contra de los permisos acordados. La Declaración de Impacto Ambiental también plantea la necesidad de elaborar un plan de entrada y salida de camiones, maquinaria y personal a los trabajos, así como una hoja de ruta de las actuaciones a realizar.

Antes de la ejecución de las obras, y ante la posible afección a las especies de la zona, será de obligatorio cumplimiento la presentación de estudios sobre los efectos de los trabajos y el posterior tráfico marítimo en el delfín mular, el calderón tropical o las tortugas que habitan el lugar. De igual forma deberá actuar Puertos Canarios para informar sobre la fauna marina, especialmente los sebadales que desarrollan su actividad vital en los fondos de esta parte del litoral, piedra angular de la protesta social que en su día se levantó contra la infraestructura de Granadilla. Otros de los requisitos establecidos por la DIA hacen alusión al control de los erizos, la aprobación de un proyecto de tratamiento de aguas residuales o el establecimiento de una partida presupuestaria específica que recoja el importe de las medidas correctoras establecidas, además de un texto refundido del  Programa de Vigilancia Ambiental que integre todos los aspectos desarrollados en esta Declaración de Impacto.

 

Críticas

Ben Magec Ecologistas en Acción considera que la DIA está llena de "falsedades, incongruencias, incorrecciones y datos falseados" por no advertir de los "gravísimos daños" que el puerto de Fonsalía provocará en el entorno natural de la zona. El colectivo alerta de que la infraestructura afectará a especies prioritarias tales como la tortuga boba o el delfín mular, así como a zonas de especial conservación dentro de la Red Natura 2000, como la franja marina Teno-Rasca, y a especies incluidas en el catálogo canario, algunas incluso en peligro de extinción, como la langosta canaria, o vulnerables, como la esponja cerebro.

Los ecologistas, en contra de las afirmaciones que se vierten en la Declaración de Impacto Ambiental, aseguran que el futuro puerto de Granadilla "incumple" la Directiva Hábitats y el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT), donde no se propone muelle deportivo alguno para esta zona de la costa tinerfeña. Con la aprobación de la DIA se abre ahora una nueva etapa, la última, en la recta final del ambicioso proyecto del Gobierno de Canarias. Por el camino, como incluso advierten desde Ben Magec, todavía se pueden cruzar algunos obstáculos provocados por las demandas que se avecinan. "Recurriremos a vías más efectivas", advierte el colectivo.