La Bajada del Socorro arranca con el emotivo pregón de la presidenta del Cabildo de Tenerife
Este domingo por la tarde, la ermita del Socorro en Güímar fue testigo de un emotivo evento que marcó el inicio de la Bajada de El Socorro. En esta ocasión, el pregón fue pronunciado por Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife, quien ofreció un discurso cargado de emociones y recuerdos personales, donde realizó un viaje al pasado conectando con las vivencias de los asistentes.
El evento se enmarca dentro de las festividades de la Bajada y Romería de El Socorro, que junto a la posterior Subida, son eventos clave de veneración y tradición en honor a la Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Güímar. El recorrido de esta celebración comienza en la Iglesia Matriz de San Pedro Apóstol y se extiende hasta la ermita de El Socorro, atravesando el Camino del Socorro, un lugar reconocido como Bien de Interés Cultural y Sitio Histórico.
Junto a Rosa Dávila, estuvieron presentes el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, y el alcalde de Güímar, Gustavo Pérez. La jornada comenzó con la actuación del grupo folclórico Amigos del Arte de Güímar, una de las agrupaciones musicales más longevas de la isla, con orígenes que se remontan a mediados del siglo XIX.
El discurso de Rosa Dávila estuvo marcado por la nostalgia y la emoción. Visiblemente conmovida, compartió sus sentimientos con el público: “Cuando me invitaron a ser pregonera, sentí una mezcla de orgullo y responsabilidad. Es un honor y un deber hacia mi pueblo, mi familia y hacia mí misma”. Dávila recordó con cariño su infancia en Güímar.
La presidenta también destacó la importancia de la fe y la tradición en su vida y en la de los habitantes de Güímar. Además, mencionó cómo la preparación del pregón le permitió reconectar con su pasado, brindándole la oportunidad de rememorar junto a su padre episodios importantes de su vida.
El pregón de Rosa Dávila no solo fue un recorrido personal por sus raíces, sino también una reflexión sobre el futuro de la comunidad. En sus palabras finales, instó a la población a enfrentar con valentía las oportunidades que están por venir.
Al concluir su intervención, Rosa Dávila recibió un medallón con la imagen de la Virgen de El Socorro, obra del artista Javier Eloy Campos, y un bucio guanche, un regalo del Ayuntamiento de Güímar como muestra de agradecimiento por su emotiva participación.