La ADSPC denuncia que 150.675 canarios esperan una consulta especializada
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) revela que un total de 150.675 pacientes están a la espera de ser atendidos en una consulta especializada en la sanidad canaria, de los que 85.622 corresponden a listas de espera de especialidades quirúrgicas. “Si a esto sumamos los pacientes que están en ese limbo de las ‘agendas cerradas’ o a los que una vez vistos están esperando entrar en el programa de tratamiento rehabilitador la cifra se hace intolerable”, según afirma en una nota de prensa.
La ADSPC, que ha obtenido los datos tras solicitarlos a la Consejería de Sanidad recurriendo a la Ley de Transparencia, afirma, la página de la Consejería cifraba en diciembre de 2016 en 28.365 pacientes la lista de espera para especialidades y los datos que les han remitido los sitúan en 68.645, sin contar la lista de los especialistas quirúrgicos.
“La razón de este desfase de 122.311 pacientes entre lo real y lo que nos cuentan se debe a varias razones, la primera que nunca se han contabilizado los pacientes en lista de espera para consulta de especialidades quirúrgicas, esto no es culpa solo de este Consejero sino de todas los anteriores, en segundo lugar el incremento que pensamos se ha producido de diciembre 2016 a abril de 2017 que podemos evaluar en casi 40.000 pacientes”, explica.
La asociación se pregunta si esto se debe a un ‘error informático’ a una “cocinada merecedora de una estrella Michelin” y denuncia que la falta de transparencia que padece la ciudadanía no es aceptable en un estado de Derecho. En su opinión, “la ciudadanía de Canarias con una Sanidad de las peores del Estado, con el mayor índice de insatisfacción del panorama no se merece este trato, este engaño, este paso por diferentes niveles de sufrimiento sanitario como Dante en su infierno”.
El comunicado denuncia que “los diferentes Gobiernos de Canarias, siempre como un mantra, vinculan el problema de financiación sobre todo con la ‘deuda histórica’, sin embargo los negociadores de los presupuestos con el Gobierno del Estado se han olvidado de esas peticiones y echan las campanas al vuelo por unos 200 millones en 2017. Se han olvidado de un déficit de financiación estatal que ronda los 3.000 millones y seguirán sin habilitar la propia capacidad fiscal. Por ejemplo, a través del acumulado de la Reserva de Inversiones de Canarias”.
La ADSPC ironiza con que “la rebaja en los viajes de poco le va a servir al ciudadano enfermo a menos que sea para trasladarse de isla con el objetivo de ser tratado por un seguro privado, los que puedan, en una Comunidad con unos índices alarmantes de contratos precarios y pobreza”.
“Todo esto no hace sino confirmar nuestra idea de que no hay compromiso político para solucionar los problemas sanitarios, siendo ésta la causa esencial de la Sanidad que tenemos”, apunta.
Para esta asociación, “el otro problema básico a resolver es el de la Gestión y con los mimbres con los que está tejiendo el cesto la Consejería de Sanidad no vamos a ningún lado, tiene demasiados agujeros por los que los recursos se están filtrando hacia el sector privado, no hay sino que pensar en que, por ejemplo, en Tenerife desde los 80 no se construyen camas públicas, lo que se traduce en estar a la cabeza en concertaciones y porcentaje del presupuesto sanitario desviado al sector privado”.
En este sentido, sostiene que “el Gobierno de Canarias está aplicando la estrategia neoliberal de las tres D, utilizada por Margaret Thatcher en la sanidad británica para convertir una sanidad que era de las mejores del mundo en un caos que actualmente está en proceso urgente de remodelación. Las tres D, consistentes en descapitalizar, desprestigiar y desmantelar para llegar al objetivo final de la privatización”.
Finalmente, la ADSPC dice que ha llegado el momento de decir basta ya: “Si hay problema de financiación busquen el dinero, que la precariedad afecte a las prebendas de los cargos públicos y no a unos presupuestos suficientes para los servicios públicos” y, al mismo tiempo, reclama que la “gestión debe estar profesionalizada y debe tener como marco un sólido acuerdo político y social y no promesas electorales o insustanciales y falsos ‘pactos por la sanidad’. Por eso, pide a los sindicatos y a la ciudadanía que “despierten, pues de sufridores se pueden estar convirtiendo en colaboradores de la situación denunciada”.