Estremecedor relato de la madre de Yurena López, la joven de Telde que fue víctima de un asesinato machista
El relato de Lidia Henríquez es estremecedor. El calvario de la joven de 23 años Yurena López, asesinada el 31 de marzo de 2017 en Telde, y el de su familia es muy similar al de otras tantas mujeres asesinadas por su parejas o ex parejas. Ayoze Gil, de 34 años, era la pareja de Yurena y, cuando ésta decidió volver con su familia, la estranguló, metió el cadáver en el maletero de su coche, se entregó a la Policía y se declaró autor del homicidio.
Desde 2004, cuando entró en vigor la Ley que protege a las mujeres contra la violencia de género, son más de 800 los femicidios. Una cifra escalofriante, pero que pasa al olvido en cuanto deja de estar en el primer plano informativo.
Lidia Henríquez no está dipuesta a que esto siga siendo así y este jueves en Mírame Televisión aseguró que seguirá luchando por su hija, para que se haga Justicia y para que no vuelva a suceder. De hecho, se ha puesto en contanto con otras madres españolas. "Yo tengo que tener la fortaleza de salir a la calle y muchas otras madres, también. Si hace falta nos manifestaremos todas las semanas", aseguró.
Esta madre pide que al presunto asesino de su hija, Ayoze Gil, que aún espera juicio, le caiga todo el peso de la Ley y "cumpla la pena íntegra".
El sufrimiento llegó a casa de esta familia con el noviazgo de su Yurena y Ayoze. Lidia admite que, al prinicipio de la relación, cuando su hija tenía 21 años y el superaba los 30, todo parecía ir bien, auque ella, que fue víctima de malos tratos, notó desde el primer momento que el novio de su hija era posesivo.
Poco a poco, la madre notó que el carácter de “mi hija fue cambiando; se fue volviendo una niña silenciosa, que discutía muchísimo con nosotras”, pero, continúa, y cuando ella le advertía sobre su novio, le llegó a decir “tu no conoces bien a ese, no quiero que te acerques él, no sabes realmente a lo que se dedica". Pero nunca tomaba la decisión de dejarlo.
"Mi hija era una niña atormentada", que, según relata, se fue de su casa un año antes de ser asesinada después de una tensa "semana de discusiones con sus amigas, su hermana Vanesa y yo misma, discusiones que él provocó".
Según Lidia, Ayoze Gil ejercía un control férreo sobre Yurena y la llamaba a cada momento para saber donde estaba y le pedía que le enviara fotos para comprobarlo. Como en casi todos los casos de maltrato, poco a poco, acabó aislándola de sus amigos y familiares.
La madre cree que al acoso y maltrato psicológico que sufría su hija, se sumó el maltrato físico cuando se fue de la casa. "Yurena ya era muy sumisa y tenía mucho miedo", asegura. Sin embargo, la joven teníá mucho carácter y siempre sabía lo que quería, quizá, por eso, "resultaba tan difícil creer que estuviera sometida de esa manera".
Lidia explica que durante el año en que su hija estuvo fuera de su casa sabía dónde trabajaba, que se estaba sacando el carné de conducir y otros detalles, pero nunca supo dónde vivía. La joven le había dicho que con una amiga, pero lo cierto, es que estaba conviviendo con Ayoze Gil en la casa de su padres.
Cuenta que fue la madre de Ayoze la que le confirmó que “estaba viviendo en casa de ellos, que era muy feliz y que no le faltaba de nada y vivía como una reina”. Esta afirmación tranquilizó a Lidia puesto que si estaba en la vivienda familiar.
Sin embargo, algunos vecinos de Lomo Magullo, donde estaba la cada del ahora encarcelado en espera de jucio, le han dicho que vieron a Ayoze maltratrar la calle a su hija y que le echaba la culpa a Yurena, diciendo que lo provocaba.
Según la madre, Yurena, que no le había contado nada, sí se le había contado a algunas personas que se ofrecieron a acompañarla a comisaría a denunciar, pero que la joven se negó porque decía que tenía miedo a las represalias y de que,cuando saliera, la matar o le haciera daño a su familia. "Mi hija estaba emocionalmente destruida", afirma.
Lidia, después de saber donde vivía, volvió a llamar a Yurena para que volviera a casa y el viernes 31 de marzo, el día que la asesinan, iba a ser un día muy feliz para familia, que espera su vuelta. La joven misma lo había corroborado el jueves por la noche, cuando le dijo a su madre que tenía las cosas recogidas y que volvía.
Pero ese viernes, Vanesa recibió una llamada de Ayoze y decidió encontrarse con él, que está acompañado de su madre. Ambos la esperaban en un coche. La hermana de Yurena se dió cuenta que él tenía la cara arañada y comenzó a sospechar. Después de que la madre de Ayoze arrancara el coche, y éste le dijo que había pasado algo muy grave, Vanesa preguntó inmediatamente por su hermana, grito e insistió en la pregunta y la respuesta de presunto asesino fue: "Cuñi, se me fue de las manos; la estrangulé". Entonces, pidíó que pararan y ante la falta de respuesta decidió lanzarse del coche en marcha y llamar a su madre para contarle lo que había sucedido.
Lidia terminó su relato en MÍrame Televisión, reiterando que "yo voy luchar por mi hija, por mi familiar, y porque se deje de asesinar así. Si hace falta que todas las madres salgan a la calle todas las semanas a la calle, saldremos".
Finalmente, aclaró que no quiere venganza, "quiero Justicia y el cumplimiento de la totalidad de las penas, que los asesinos tenga un seguimiento cuando las cumplen y salta a la calle y que sean ellos los que tengan que salir de su entorno y no las familias de las víctimas".