El Cabildo de Tenerife mantiene el calendario y el ritmo de ejecución de las obras del Circuito del Motor de Granadilla y lo presenta como un equipamiento deportivo insular más, en respuesta a la “gran afición” al automovilismo que existe en la isla. Así lo aseguró este lunes la presidenta de la corporación, Rosa Dávila, durante una rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno.
Dávila recordó que el proyecto procede del anterior mandato y que, una vez licitado, el actual equipo de gobierno lo ha asumido. En relación con los recursos judiciales pendientes, precisó que ya se han resuelto tres, dos favorables al Cabildo y uno en contra, mientras se espera la resolución de un cuarto y de un recurso a una sentencia de primera instancia. “Mientras tanto, sigue el transcurso de las obras”, subrayó.
Negó rotundamente que se tratará de un proyecto “pasado de moda”, la presidenta rechazó esa idea al considerarla una “opinión subjetiva” y argumentó que, del mismo modo que se invierten recursos en infraestructuras deportivas como el estadio Heliodoro Rodríguez López o el complejo acuático de Puerto de la Cruz, también debe atenderse a los aficionados al motor.
En la misma línea, el vicepresidente y consejero de Turismo, Lope Afonso, defendió que se trata de una “obra de isla” que salió adelante “con el consenso suficiente” en el mandato anterior. Según explicó, el circuito generará “valor añadido” como instalación deportiva, además de un “valor complementario” vinculado a la creación de empleo y la diversificación económica. “Se relaciona con una industria pujante como la automoción y el desarrollo de combustibles de nueva generación ecológica”, añadió.
Afonso también remarcó que la obra debe ejecutarse “con todas las garantías ambientales”. En este sentido, aseguró que, siempre que han surgido circunstancias sobrevenidas, los trabajos se han detenido hasta completar las comprobaciones necesarias antes de reanudarse.