Continúan cerradas dos playas en Gran Canaria por el derrame de fuel
Las playas de Bocabarranco y La Restinga, en Telde, Gran Canaria, permanecen clausuradas por segundo día consecutivo mientras se intensifican las labores de limpieza tras el derrame de fuel provocado por un buque durante su repostaje en el puerto de Las Palmas. Aunque ya no se observan restos visibles en el mar, las autoridades mantienen la vigilancia.
Fernando Figuereo, director general de Emergencias del Gobierno de Canarias, informó a la agencia EFE que la situación ha mejorado considerablemente en las últimas horas, aunque el vertido inicial fue grave. El Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil, activado en nivel 2 por contaminación marina, sigue en marcha, con un equipo de 61 personas trabajando en los municipios afectados, Las Palmas de Gran Canaria y Telde.
El operativo cuenta con el apoyo de drones que sobrevuelan la zona para identificar las áreas impactadas por el derrame. Según Figuereo, la mayoría del combustible se ha disipado, aunque todavía llegan pequeños restos a la costa. Los expertos en Protección Civil advierten, sin embargo, que las corrientes podrían hacer aflorar más restos en los próximos días, por lo que las autoridades mantendrán el plan de emergencia activo durante todo el fin de semana, con una evaluación programada para el lunes.
Cuando el operativo concluya, se hará una evaluación de los daños causados y los costes de limpieza para presentar las reclamaciones correspondientes a las aseguradoras de los buques involucrados: un portacontenedores y la gabarra que le suministraba combustible.
Figuereo destacó la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, los ayuntamientos implicados, la Cruz Roja, la Agencia Estatal de Meteorología, y la Autoridad Portuaria de Las Palmas, aunque no ha sido necesario usar sus recursos tras finalizar las labores en el puerto. Además, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas está asesorando en la recogida del fuel que podría haber alcanzado la costa, aunque hasta el momento no se han reportado daños significativos en la flora o fauna local.
La situación se mantendrá bajo observación hasta que se garantice la completa eliminación del derrame y se minimicen los riesgos para el entorno.