Cita con la Luna Roja
Este viernes, a partir de las 20:30 horas, la Luna cruzará la sombra de la Tierra y se podrá disfrutar desde el Archipiélago del que será, según los astrónomos, el eclipse lunar más largo del siglo XXI. El espectáculo, considerado el evento astronómico del año, se prolongará hasta las 22:13 horas.
Este fenómeno se puede contemplar a simple vista mirando hacia el Este desde lugares con el horizonte despejado, pero los astrónomos recomiendan usar prismáticos o telescopios para disfrutar de él en todo su espendor.
Otras opciones son seguir la retransmisión en directo desde Namibia, a través del canal sky-live.tv o desde el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, a través del canal de Facebook de Museos de Tenerife. Estas dos actividades cuentan con la participación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Además, el Museo de la Ciencia y el Cosmos ha organizado para esa noche una actividad nocturna (21:00 a 23:00) abierta al público, llamada Fiesta del Sistema Solar, que incluye la observación con telescopios del eclipse de Luna y de los planetas Venus, Júpiter, Saturno y Marte.
Explica el IAC, que los eclipses lunares ocurren cuando nuestro satélite pasa por la sombra de la Tierra. Esto no sucede todos los meses, porque la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol (eclíptica). A diferencia de los eclipses solares, los eclipses lunares son visibles desde cualquier lugar del mundo, una vez que la Luna está sobre el horizonte en el momento del eclipse.
El acontecimiento astronómico durará 1 hora y 42 minutos y mientras desde el África oriental podrá observarse el eclipse en su totalidad, desdea Europa Occidental (España, Portugal, Reino Unido, Francia o Italia) solo podrá observarse la segunda parte del eclipse con la Luna amaneciendo en el horizonte este.
La Luna no desaparece de la vista sino adquiere una tonalidad rojiza. La atmósfera de la Tierra, que se extiende unos 80 km más allá del diámetro de nuestro planeta, actúa como una lente que desvía la luz del Sol. Al tiempo, filtra eficazmente sus componentes azules y deja pasar solo la luz roja que será reflejada por el satélite. Así, la Luna adquiere el resplandor cobrizo tan característico. Esta es la razón por la que se hablar de Luna Roja o Luna de Sangre.