Sí se puede acusa al alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, de actuar de socio colaborador de Sacyr-Vallehermoso. El portavoz del grupo municipal ecosocialista, Pedro Fernández Arcila, denuncia que el equipo de gobierno ha claudicado ante las exigencias de la multinacional y califica de “vergonzosa” la actuación del gobierno local, según una nota remitida por esta formación política.
Arcila se refiere al acuerdo de la Junta de Gobierno Local del pasado 30 de octubre por el que se tramitaron de urgencia diez medidas que suponen la claudicación de Bermúdez a los intereses de Sacyr-Vallehermoso. La organización ecosocialista asegura que pondrá en conocimiento de la Fiscalía los hechos relacionados con la renuncia del gobierno de CC-PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz a exigir a la multinacional el cumplimiento de sus obligaciones con la corporación y el municipio.
Arcila detalla que en aquella junta de Gobierno citada “colaron una retahíla de acuerdos, en los que se procedió a modificar el contrato al gusto de la multinacional, a aprobar subcontrataciones sin el más mínimo análisis de los costes, a calificar de accesorias prestaciones como la desalación, así como abrir la posibilidad de perdonarle el pago de 10 millones de euros, no controlar el know how y declarar prescritas infracciones por valor de 450.000 euros”, todo ello con informes desfavorables de la asesoría jurídica del Ayuntamiento, lo que significa para el portavoz del grupo municipal que “estos hechos deben ser puestos sin demora en conocimiento de la Fiscalía”.
El portavoz de Sí se puede recuerda que, como consecuencia de las subcontrataciones no consentidas, el Ayuntamiento sancionó a la empresa en la cuantía de 450.000 euros y, aunque finalmente el tribunal declaró caducado el procedimiento al haber durado la tramitación más de lo legalmente permitido, se dejaba claro que podía reiniciarse con un nuevo procedimiento sancionador. Sin embargo, la Junta de Gobierno Local, “en su deseo de satisfacer a Sacyr-Vallehermoso, declaró prescritas las infracciones, es decir, la multinacional se va de rositas, sin pagar un solo euro al municipio”.
“Con el mismo ánimo desvergonzado del equipo de gobierno, la Junta de Gobierno empieza a ofrecer a Sacyr opciones para solventar el pago del Fondo de Grandes Reparaciones por valor de 10 millones, que la multinacional estaba obligada a satisfacer en los cinco primeros años de la concesión, es decir antes del 2011”, precisa el portavoz de Sí se puede.
Know how
El portavoz de Sí se puede destaca entre los acuerdos de la Junta de Gobierno la renuncia formal del Ayuntamiento a controlar el know how de la empresa, “algo que han hecho oficiosamente durante los once años de concesión”. La gestión privada de Emmasa es bastante significativa en materia del llamado know how, un concepto relativo al conocimiento y experiencia en el sector que se le supone a la empresa y por el que Sacyr-Vallehermoso recibe una retribución anual.
Lo destacable es que “Sacyr-Vallehermoso tiene una enorme vocación por mandar el dinero que obtiene de nuestros recibos del agua a su sede central, ahogando en pérdidas a la que fue la empresa pública señera de nuestro municipio”, subraya Arcila, quien recuerda que “el primer maletín que se llevó Sacyr ascendió en 2012 a la cantidad de 1.864.201, 20 euros (más de 310 millones de las antiguas pesetas)”.
“Lo curioso del caso es que la multinacional es puntera en el mundo de la construcción, pero ignorante en materia de gestión de aguas y que, gracias a su destreza, ha logrado que Emmasa tenga, actualmente, unas pérdidas acumuladas de 11 millones de euros (1.830.246.000 pesetas)”, señala irónicamente el concejal.
“Además, como la vergüenza no forma parte del activo de esa empresa, con una mano cobran el llamado know how y con la otra mano se llevan 483.652 euros anuales (80.472.922 de pesetas) para pagar a dos altos cargos de una empresa de su grupo a los que condecoran como especialistas en gestión del agua”, apunta. Hay que sumar a ello “otro maletín que contiene la cantidad de 1.468.825,03 euros anuales (244.391.916 de pesetas) producto de los intereses que genera un crédito ficticio, inventado por Sacyr para poder seguir chupando la yugular de los santacruceros”.
“Es llamativo que Emmasa suele prever cada año unas pérdidas superiores a los tres millones de euros, una cantidad cercana a la que se lleva Sacyr-Vallehermoso anualmente en estos maletines”, concluye Arcila.