La Guardia Civil ha detenido a nueve personas y ha decomisado 2.650 kilogramos de hachís en una operación que ha permitido desmantelar una de las organización más activas de Canarias, según informa el instituto armado. Además, se han se ha incautado una embarcación de pesca y varios vehículos.
Según explica la nota, la organización contaba con personas vinculadas a la pesca legal que, ejerciendo su actividad, se adentraban en alta mar para recoger el hachís que otros barcos nodriza trasladaban desde Marruecos.
Algunos de los detenidos son considerados de “los narcotraficantes más activos e históricos de Canarias por su capacidad para introducir varias embarcaciones de droga al mes”, sostiene la Benérita.
La operación comenzó hace un año a raiz de informaciones obtenidas por los investigadores de la Guardia Civil en anteriores operaciones de narcotráfico llevadas a cabo en las islas. Estas informaciones apuntaban a la "existencia de una organización criminal dedicada al narcotráfico, asentada en la isla de Tenerife, con capacidad para realizar la adquisición, transporte, ocultación y distribución de importantes cantidades de hachís procedente de Marruecos”.
Las investigaciones “permitieron identificar a cada una de las personas que componían la organización y las funciones que cada una de ellas desempeñaban” y llevaron a determinar que “el jefe de la organización, un varón de nacionalidad marroquí, asentado en el norte de Tenerife, era quien se encargaba de mantener los contactos con los productores de hachís en Marruecos, viajando frecuentemente a dicho país para realizar personalmente la adquisición y organizar el traslado de la droga a territorio nacional”.
Además, detectaron que una persona de nacionalidad española se encargaba de dirigir una activa infraestructura con gran capacidad de acción, que “podía introducir en las costas canarias varias embarcaciones con droga al mes”. Esta persona era la encargada de dirigir la recepción de la droga y “su ocultación en distintos zulos, locales, pisos y garajes, hasta que otros miembros de la organización se hacían cargo posteriormente de la distribución y venta de los estupefacientes”.
Según explica la Guardia Civil, una vez que la droga era traspasada a las embarcaciones pesqueras, éstas regresaban a puerto en el horario propio de este tipo de embarcaciones y simulando regresar de faenar. Otros miembros de la organización se encargaban de recoger allí la sustancia estupefaciente y trasladarla a un lugar seguro para su ocultación hasta la salida al mercado.
La rganización tenía capacidad para modificar el modus operandi descrito cuando surgían dificultades, llegando a prescindir de los barcos pesqueros e introduciendo la mercancía ilícita directamente a través de embarcaciones semirígidas. En ocasiones arrojaban los fardos de estupefacientes al mar para evitar ser detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad..
La Operación, dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Icod de los Vinos y la Fiscalía Antidroga, ha sido desarrollada por el Equipo Contra el Crimen Organizado de Canarias (ECO-Canarias), de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, y por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, habiendo contado con el apoyo del Servicio Marítimo Provincial de la misma Comandancia.