Los vecinos de San Cristóbal, Gran Canaria, están hartos de las obras sin acabar
El barrio costero de San Cristóbal, en Las Palmas de Gran Canaria, marca el paso del tiempo con las mareas. Las olas, el viento y el salitre son parte de la vida cotidiana, pero hay otro factor que angustia a los residentes: las obras que nunca terminan. Los proyectos detenidos en la zona se han convertido en una constante que afecta al vecindario, llenando de frustración cada día de retraso en el calendario..
En la actualidad, dos proyectos adjudicados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria permanecen paralizados. Uno de ellos es la restauración del muro de contención y el paseo marítimo de San Cristóbal; el otro, la remodelación de la plaza Santiago Tejera, que incluía la instalación de un parque infantil.
Ambos trabajos tenían un plazo de cuatro meses para completarse, pero ninguno ha cumplido con los tiempos establecidos. La plaza debía estar lista en octubre de 2023, y el paseo debía haberse finalizado en abril de este año. Desde la asociación vecinal Nuestra Señora de Buen Viaje, denuncian la propuesta de nuevos proyectos sin haber terminado los actuales, como la reforma del edificio Cachalote o la peatonalización de la calle Estribor.
La asociación vecinal solicitó formalmente, el pasado 25 de septiembre, que se rescindiera el contrato de la obra de la plaza, valorada en 968.680 euros. Por otro lado, el paseo marítimo también se encuentra paralizado. Los residentes reportan que no han visto actividad en la obra durante la última semana, y el área está llena de escombros y materiales abandonados. Este proyecto, adjudicado a Eneas Servicios Integrales por 452.822,83 euros, debía reparar los daños causados por el mar y renovar la iluminación y las arquetas. Aunque tenía como fecha límite abril, ya se han concedido tres prórrogas. La última, otorgada el 24 de septiembre, extiende el plazo hasta finales de diciembre debido a la necesidad de coordinar los trabajos con las mareas, que afectan el rendimiento de las labores.
Los vecinos de San Cristóbal continúan esperando una solución definitiva a la interminable lista de obras que han dejado su barrio en suspenso.