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Felipe Ravina: «No me entra en la cabeza que se siga construyendo hasta que la isla explote»

El biologo marino y documentalista alerta sobre la urbanización descontrolada, los vertidos y el impacto humano en la Tenerife
19/01/2025
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El biólogo marino y documentalista Felipe Ravina expresó su preocupación por la falta de control, los vertidos y la proliferación de urbanizaciones en Tenerife. En una entrevista concedida a Mírame Televisión, afirmó con contundencia: “No me entra en la cabeza que se siga construyendo hasta que la isla explote”.

Ravina destacó la importancia de la población de calderones tropicales en el sur de la isla, considerada la más relevante a nivel mundial. “Tenemos un tesoro aquí que no existe en ningún otro lugar del mundo, pero muchas personas, incluso en la isla, no lo saben”, lamentó.

El documentalista presentará el próximo 27 de marzo en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna su cortometraje Nica, el Calderón Tropical, ganador del primer premio de cine submarino en San Sebastián. La obra expone la grave situación que enfrenta esta colonia de calderones en un entorno donde, según Ravina, “no existe ningún tipo de control; prácticamente todo está construido, y lo que no, ya tiene planes para ser urbanizado”.

Una isla al borde del colapso

Ravina advirtió que la continua expansión urbana está llevando a Tenerife hacia el colapso ecológico, lo que afectará tanto a los humanos como a la fauna local. “Además de sufrirlo nosotros, lo sufren los animales”, afirmó. Criticó que, a pesar de ser una zona declarada de especial conservación, el hábitat de los calderones sigue enfrentándose al impacto negativo de la actividad humana.

El biólogo alertó sobre los proyectos urbanísticos en marcha, que implican la creación de más de 15.000 nuevas camas turísticas en una región ya saturada. “El ecosistema del sur de Tenerife está colapsado”, aseguró.

Según Ravina, el aumento de la actividad humana en los próximos 5 o 10 años incrementará la generación de residuos y los vertidos al mar, intensificando el daño al litoral. También mencionó el polémico proyecto Cuna del Alma, que afecta directamente a un espacio natural protegido. “No solo destruye el medioambiente, sino que también perjudica a los ecosistemas colindantes”, afirmó.

Los vertidos, una amenaza ignorada

Ravina subrayó los efectos de décadas de vertidos incontrolados al mar, que solo han despertado alarma pública cuando comenzaron a afectar directamente a la salud humana, como en el caso de los episodios registrados en El Médano. “Es ahí cuando la gente empezó a darse cuenta del desastre que estamos viviendo”, señaló.

El biólogo recordó que en Tenerife existen más de 200 puntos de vertidos, citando como ejemplo el caso de Playa Jardín, clausurada desde hace seis meses por contaminación.

Finalmente, criticó la falta de voluntad política para implementar medidas como una ecotasa turística destinada a paliar el deterioro causado por el turismo de masas. “Es incomprensible que, con tantos problemas graves en la isla, no se ponga freno y se siga construyendo hasta que la isla explote”.

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