El Cabildo de Lanzarote ha anunciado la implementación del Plan de Gestión del Parque Natural de los Volcanes para preservar el entorno natural de Lanzarote y La Graciosa. Puesto que cada vez se encuentran con peores situaciones como coches atravesados en senderos, turistas deslizándose por las laderas del volcán y hasta una boda producida en el Parque Nacional de Timanfaya.
Este plan tiene como objetivo principal controlar el número de visitantes y regular la afluencia a áreas sensibles como el Volcán del Cuervo, que se ha convertido en el símbolo de los atentados medioambientales, asimismo se llevará a cabo también en la Caldera Blanca. Por lo que se establecerán controles de acceso, una incorporación de vigilancia y hasta la contratación de educadores ambientales.
Se empezará por el traslado de los aparcamientos al núcleo de Mancha Blanca y que los visitantes solo puedan acceder al Volcán del Cuervo y a Caldera Blanca a través de guaguas lanzaderas eléctricas. De esa forma se evitará el colapso de los vehículos al inicio de los senderos. Este será uno de los primeros pasos de la administración insular para trabajar en la búsqueda de la conservación ambiental y el turismo sostenible en la región, sobre todo tras la convocatoria de las manifestaciones del 20 de abril.
Por otro lado, han añadido al plan la implementación de un sistema de reserva de plazas de forma previa, para las visitas. Con una aplicación desarrollada en colaboración con el Ayuntamiento de Tinajo, que permitirá controlar el flujo de turistas y evitar la saturación de áreas sensibles, asegurando así una experiencia turística más responsable y respetuosa con el entorno.
Puesto que, la flora y la vegetación del Parque también se han visto amenazadas, entre otras razones porque han sido arrancadas. La fauna ha sido agredida por los ruidos de los coches y de los visitantes, las personas que visitan estos espacios crean figuras con rocas y piedras, o directamente se las llevan. Además, el Cabildo explica que se ha obtenido la presencia de papeles, colillas y otros residuos que ha destruido la calidad visual del paisaje.
Además del control de acceso y la regulación de la afluencia de visitantes, el plan incluye acciones concretas para la restauración de hábitats en los conos volcánicos del Parque Natural de Los Volcanes. Financiado en parte por los fondos europeos Next Generation y gestionado por la empresa pública Tragsa.