Desarticulada una organización criminal que facilitaba documentación falsa a menores migrantes que llegaban a Lanzarote
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización criminal dedicada presuntamente a facilitar documentación falsa a menores migrantes y han detenido a siete personas en Murcia, según informaron fuentes del Cuerpo en un comunicado. Los menores llegaban a la isla de Lanzarote en patera e ingresaban en diferentes centros en Las Palmas de Gran Canaria para, posteriormente, escaparse y contactar con ciudadanos marroquíes que les ofrecían la posibilidad de llegar a la Península.
Los implicados retiraban la documentación falsa a los menores después de que la utilizaran para el viaje, dejándolos en una situación de indefensión que empeoraba su condición. Por este motivo, los menores se presentaban ante autoridades policiales peninsulares, a fin de poder ingresar nuevamente en los centros habilitados para su acogida.
MENORES DESAMPARADOS
La red criminal, integrada por ciudadanos de origen marroquí, se aprovechaba de la situación precaria en que se encontraban los menores para lucrarse. Familiares de los menores se encargaban de pagar a los responsables de la organización una cantidad que fluctuaba entre 1.000 a 2.000 euros por persona. Los menores migrantes llegaban a la isla de Lanzarote en patera, desde donde eran trasladados a centros destinados a su acogida y emplazamiento temporal en la isla de Las Palmas de Gran Canaria.
Posteriormente, se escapaban de estos centros con la intención de poder viajar a la Península, para lo que contactaban con integrantes del entramado criminal, con el fin de poder realizar el viaje a diferentes provincias. Los implicados les suministraban los medios necesarios, tales como la documentación y los billetes de viaje, para lo que utilizaban agencias de viaje y locutorios de familiares. Los miembros de la organización realizaban los pagos y las reservas de estos vuelos.
Los detenidos retiraban la documentación falsa a los menores cuando llegaban a la Península, dejándolos a su suerte. Muchos de los menores volvían a presentarse ante autoridades policiales para tener acceso de nuevo a los centros de menores, dada esta nueva situación de indefensión en que los dejaban.
Además, los integrantes de la red cambiaban el itinerario de acceso a la Península movidos por la presión policial, en un intento de continuar su actividad delictiva, llegando a utilizar la ruta de Los Balcanes vía aérea desde Marruecos a Italia o Francia, trasladando a los menores en camión desde estos países hasta España.