Reconoce que no es una persona de muchos nervios, pero «tener un Goya en la mano es una sensación extraña». A sus 51 años, el director de Mariposas negras, David Baute, reconoce que cuando oyó su nombre fue como una explosión. «La nuestra es una película mucho más chiquitita e íntima, pero cuando oyes el nombre te olvidas de todo», explica el cineasta en una entrevista concedida a Mírame Canarias.
Han pasado 13 años desde que comenzó su proceso como una investigación sobre los desplazamientos migratorios a causa del cambio climático y, poco después, con la grabación de las historias en vídeo. Reciben incluso una beca para este estudio y empezaron a trabajar con comunidades que lo habían perdido todo: «Bien por la sequía, como es el caso de Turkana, bien por la subida del nivel del mar, como en algunas islas del sur de la India, o por los huracanes y tifones en la zona de las Antillas Menores del Caribe».
Y llegaron a un callejón sin salida: ¿Cómo reflejar las historias de las personas que estaban abandonando sus lugares de origen en vídeo? Surgió la animación como manera de llegar a donde el video documental no llega. «La animación para adultos no es tan fácil de financiar, nos costó 4 años conseguirlo», relata David Baute, subrayando que su proyecto es un arte más tradicional e independiente. Para él, después de tantos años trabajando, «el éxito es haberla terminado».
Confiesa que el recibimiento por parte de vecinos y amigos en su Garachico natal lo pilló totalmente por sorpresa: «Iba para casa a descansar y pensaba que era un accidente, porque vi la policía y unos coches aparcados. Y empecé a ver gente y caras conocidas, y a la banda tocar, esa banda en la que estuve más de 20 años… Súper emotivo».
Su entorno más cercano ha sido fundamental a la hora de convertirse, como persona y como profesional, en lo que es hoy. «Lo que tu eres como persona se lo debes al pueblo donde naces, a todos los vecinos y la gente que te ayuda a formarte y a crecer como persona. Los premios son para compartirlos, y más con todas esas personas que te han ayudado» relata Baute.
FESTIVAL DOCUMENTAL EN TENERIFE
El director tinerfeño es también, desde sus comienzos hace 17 ediciones, del Festival Internacional de Cine Documental MiradasDoc. Antes las dudas este año de su continuidad, asegura que confía en que se encuentren posibilidades de hacerlo: «El cabildo (de Tenerife) y el Gobierno, desde las áreas de cultura, están hablando con el ayuntamiento para ver las posibilidades que hay porque no quieren que se pierda un evento así». Manifiesta su deseo de que no se pierda «algo que ha costado tantos años mantener».
Mirando hacia el futuro de la profesión, los jóvenes, les aconseja consumir cine, mucho cine, y aprender de los maestros talentosos. «Si tu tienes una vocación, tienes que ir a por ella. Nada llega caído del cielo y es mucho mucho trabajo. Al final estás todo el día trabajando si te dedicas a estos trabajos creativos, y te lo llevas a la cama incluso», puntualiza.
Y si bien es verdad que es tiempo de oportunidades en nuestras Islas para los profesionales del sector audiovisual, Baute reivindica una visión más a largo plazo. «El campo de la animación, vinculado al mundo de los videojuegos, está ofreciendo muchísimas salidas y muchas empresas que han venido no tienen personal y lo están teniendo que traer todo de fuera. En Canarias se ha hecho una mala planificación no formando a estudiantes en esta nueva oportunidad en la industria de la animación», reflexiona el cineasta.



