La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha archivado las diligencias de investigación abiertas contra el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, por un presunto delito de odio, según ha confirmado este martes el Obispado.
Hay que recordar que el caso surge de unas declaraciones en Televisión del obispo en las que consideraba la homosexualidad como un pecado mortal si se practicaba de forma consciente y la comparaba con el alcoholismo.
El archivo argumenta que "de la documentación recibida y de las diligencias de investigación acordadas, tras su estudio y valoración, se puede llegar a la conclusión de que los hechos denunciados no constituirían, per se, hecho delictivo alguno".
Por lo tanto procede, "conforme a lo dispuesto en el artículo 773, apartado 2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y en el artículo 5 de la ley 50/1981, de 30 de diciembre (reformada por las leyes 14/2003 y 24/2007), decretar el archivo de las presentes diligencias, al entender que de las mismas no se deduce la existencia de ilícito penal alguno, expone la resolución".