Los agricultores de las medianías y altos del municipio norteño de Guía están viviendo una situación crítica. Desde hace una semana no tienen acceso a agua de riego para sus tierras, lo que ha comenzado a secar sus cultivos y ha generado un clima de desesperación. Este martes se reunirán para discutir la grave situación que enfrentan debido a que el Consorcio de Comunidades de Regantes del Noroeste de Gran Canaria ‘Iniciativa por el Agua’ les ha cerrado el suministro.
El conflicto con el Consorcio no es una novedad, este se originó durante la Semana Santa del pasado año 2023, cuando el mismo organismo, presidido por José Reyes, dejó sin agua de abasto a 1.076 viviendas y a las fincas de los altos del municipio. En esa ocasión, el presidente del Consorcio cerró el suministro, lo que provocó un enfrentamiento con el Ayuntamiento de Guía, el Consejo Insular de Aguas y el Cabildo de Gran Canaria. El gobierno insular calificó entonces el corte de suministro como un «chantaje» y el asunto llegó a los tribunales, resultando en la requisa de agua. A pesar de las medidas tomadas el año pasado, el problema persiste.
Los agricultores expresan su desesperación: «Estamos pidiendo agua por favor. Estamos peor que hace un año». Además denuncian que, aunque los agricultores pagan sus cuotas, el presidente del Consorcio se queda con el dinero y no les proporciona agua.
El número de afectados podría superar los 25 agricultores, aunque no hay una cifra clara. Ante esta situación, el colectivo de agricultores ha solicitado la intervención del Ayuntamiento de Guía y del Cabildo de Gran Canaria. «Es nuestra comida. Vivimos de las tierras, y somos bastantes. Esto es urgente», subrayan. Además, aseguran que se están viviendo actos de sabotaje en las tuberías y estaciones de bombeo, lo que ha requerido la intervención de la Guardia Civil.
El Cabildo de Gran Canaria ya había señalado el año pasado que existían alternativas al dominio ejercido por el Consorcio de Regantes del Noroeste. En ese momento, se recurrió al abastecimiento mediante cubas y a la requisa de agua. El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria había cortado el suministro al Consorcio por falta de pago y por la falta de una planificación de dichos pagos.
Además de los problemas de suministro, el Consorcio es responsable de la construcción fallida de una balsa de agua en Montaña Alta de Guía, que ha causado un daño medioambiental con un coste superior a los 700.000 euros, además de los 1,5 millones que el Ayuntamiento debe invertir en la reconstrucción de la carretera inutilizada.
