Abusos sexuales en la Iglesia: “Incluso llegó a darme besos en la boca”
El portavoz de la Asociación Infancia Robada en Canarias, Ciro Molina, describe los abusos sexuales que sufrió cuando tenía 10 años por parte del sacerdote Don Carmelo en la parroquia de Tejina. La iglesia sólo reconoce 9 de las 22 denuncias que ha habido en el archipiélago. Sobre su caso, Molina explica, en Mírame TV, que la situación se agravó cuando entró en el seminario porque tenía que pasar más tiempo con el cura: “estaba viviendo una situación que no entendía y pensaba que solo la vivía yo. Fue más tarde cuando me enteré de que también abusaba de otros chicos que se preparaban para la confirmación”.
Molina revela que “en ese entonces me preguntaba si se me ponía durita, me sobaba y llegó a darme besos en la boca”. Tras años en silencio, él y sus compañeros deciden contárselo a sus catequistas y, de un día para otro, el Obispado decide cambiar al sacerdote de la parroquia a un asilo de ancianos de La Laguna sin dar ningún tipo de explicación. Según relata, desde ese momento comenzó una gran ofensiva contra él: “los amigos de Carmelo y la gente del pueblo más religiosa iban a amenazarme a mi casa. Incluso, el mismo día de mi confirmación se hizo una manifestación para que el párroco regresara”.
El portavoz de Infancia Robada interpuso una denuncia en 2006 por lo sucedido y el sacerdote siguió ejerciendo su cargo hasta 2014. “Si no es porque presento una segunda denuncia él se hubiera jubilado siendo cura”, aclara. Además, asegura que la Iglesia nunca ha dejado de encubrirlo y protegerlo: “Bernardo Álvarez, obispo de la diócesis Nivariense, también fue cómplice con el mal ya que sabía que Carmelo cometía delitos”.
Años después, Molina pide al Obispado ver a su abusador en persona: “lo tuve en frente de mí y descargué una mochila que no debía cargar yo, sino él. Le pregunté porqué había hecho eso y su respuesta fue que lo hizo porque me quería”. Nunca se llegó a la vía penal porque no hubo penetración.
Tras la investigación por parte del grupo PRISA y un informe del Defensor del Pueblo en el que se detectaron más de 1400 casos de abusos sexuales en España, la Iglesia anunció públicamente que indemnizaría a todas las víctimas de agresión sexual conocidas con o sin sentencia judicial. “ Ni vendiendo todo el Vaticano y las propiedades de la Iglesia ese daño se va a reparar. Con dinero no se va a solucionar nada, serviría para pagar las terapias para intentar procesar los traumas”, expresa Molina.