El empresario de origen libanés Mohamed Derbah fue detenido el 30 de abril de 2025 en el marco de una operación contra el narcotráfico, el blanqueo de capitales, el cohecho y la falsedad documental en el sur de Tenerife. Tras declarar ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Arona, el juez decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza, al considerarlo presunto líder de una organización criminal con ramificaciones en diversos sectores económicos y en las fuerzas de seguridad.
Las acusaciones en su contra incluyen delitos graves como pertenencia a organización criminal, tráfico de estupefacientes, blanqueo de dinero, cohecho y falsedad documental. La red desarticulada operaba en ámbitos como el inmobiliario, la hostelería y la seguridad privada, utilizando empresas aparentemente legales para encubrir actividades ilícitas.
En la misma operación fueron detenidas ocho personas, entre ellas tres mandos policiales (dos jubilados y un subinspector en activo), el presidente de la Asociación de Jóvenes Abogados de Tenerife, Jacob Haubbi, y Francisco Moar, exjefe de la Brigada de Policía Judicial vinculado al conocido «caso Mediador». Todos ellos quedaron en libertad provisional con medidas cautelares, mientras que Derbah permanece en prisión.
La figura de Derbah no es nueva en los círculos de influencia del sur de Tenerife. Llegó a la isla en los años 80 y en su trayectoria destaca su pasado como jefe de seguridad del mafioso británico John Palmer. En años recientes, intentó reconstruir su imagen pública, incluso incursionando en la política con la creación del partido Fuerza Canaria y ejerciendo como editor del medio digital Sol de Canarias, donde publicaba artículos sobre temas sociales.
La investigación, dirigida por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, incluyó registros en propiedades vinculadas a Derbah, como el Hotel Ponderosa en Costa Adeje. Además, la implicación de Francisco Moar, quien dirigió las primeras pesquisas del caso Mediador, ha reavivado sospechas sobre posibles irregularidades en esa investigación.
El caso sigue abierto y se esperan nuevos testimonios, incluido el de Moar, quien declarará próximamente por videoconferencia. La trama refleja las complejas conexiones entre el crimen organizado, sectores empresariales y funcionarios públicos en Canarias.
